La deuda mortuoria
Por: Vladimir Galeana Solórzano
Sin lugar a dudas los problemas del género humano son infinitos, y en algunas ocasiones ridículos y macabros. Y lo señalo porque ahora resulta que los Chetumaleños tienen un problema con una deuda que hasta ahora no ha cubierto el exconcesionario del Panteón Municipal. Habra que indagar en qué consistió ese acuerdo para que le fuera entregada la concesión de su operación, y el tiempo que estuvo al frente de ese negocio.
Por lo pronto el Ayuntamiento que preside la Edil Jensunni Martinez ha tomado la decisión de retirar la concesión del Panteón privado a “Campos del recuerdo”, ya que desde el cinco de enero ha vencido esa concesión que se otorgó por treinta años al empresario Juan Xacur, según información dada a conocer por el regidor de la Comisión de Mercados, Rastros y Panteones, José Ángel Muñoz Gonzalez.
El plazo de la concesión ha terminado, y el empresario ha solicitado un lapso de tiempo para realizar una entrega en orden de la administración del afamado lugar del descanso final al que nadie quiere llegar, pero que indefectiblemente el tiempo seguirá haciendo su trabajo porque hasta ahora nadie escapa de la etapa final de su vida. Y aunque esta afirmación suene macabra, todos tendremos la misma oportunidad.
Hasta ahora habrá que señalar que solamente uno de los cementerios de la Capital cuenta con espacios para seguir sepultando a los difuntos, por lo que ya se están haciendo los trámites o las gestiones, antes que se tenga una crisis en torno a la disposición final de los restos. Pero también es importante señalar que una de las mejores opciones para los deudos en la etapa final de la vida de sus familiares es la cremación, que además se realiza en pocas horas.
Hasta ahora ya no existen posibilidades de seguir ocupando espacios en el Panteón Municipal porque los lugares ya se agotaron. Solamente quedan aquellos que por previsiones familiares cuentan con espacios adquiridos con anterioridad. Hasta ahora se cuenta con cuatro mil ciento dieciséis bóvedas que pudieran ser utilizadas, por aquellos que lograron la posibilidad de adquirir los espacios de manera previsora.
Finalmente habrá que señalar que las únicas criptas disponibles son propiedad del panteón privado “Campos del Recuerdo”. Así que si usted, amigo lector o lectora no tiene urgencia de morir, vaya pensando en la posibilidad de la cremación y disponer de sus cenizas abonando un jardín, o bien adoptar un pequeño árbol. Suena macabro, pero hay que prepararse para cuando llegue la etapa final. Al tiempo. [email protected]
Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con cincuenta años de experiencia en diversos medios de comunicación.
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