La maldita realidad
Sin lugar a dudas el Estado de Quintana Roo es un valuarte turístico conocido y reconocido en la mayor parte del mundo, y eso le ha generado una enorme fama de ser uno de los paraísos terrenales más hermosos que existen, y que hasta ahora sigue siendo un éxito comercial porque los visitantes son constantes, y muchos de ellos regresan nuevamente para conocer aquellos lugares que no pudieron alcanzar en sus anteriores visitas, pero también eso explica el porqué de la residencia de muchos hombres y mujeres de diversos países del mundo.
La afamada Riviera Maya tiene un problema, y no es otra cosa que los desechos residuales de quienes vacacionan o realizan una visita por un día o dos, y que por desgracia les importa un soberano cacahuate tirar la basura en las mismas playas en que disfrutan su estadía. Para decirlo más claro, visitantes y bañistas locales se han convertido en el principal problema de las playas de este paradisíaco lugar, y algo se tiene que hacer, y si de imponer la ley y los reglamentos, la autoridad municipal tiene que hacer su trabajo.
Que bueno que tenemos visitantes, pero que malo que no les hayamos señalado lo que se puede y lo que no se puede, porque tirar basura en las playas tiene que ser sancionado con una gran multa porque lo que está de por medio es la viabilidad de un destino que ha sido elogiado por propios y extraños, y que hasta ahora se ha convertido en uno de los lugares más visitados del orbe, y eso quiere decir que de esa circunstancia se mantiene la mayoría de los habitantes de este maravilloso estado del país.
Lo peor que hacen los bañistas es utilizar las limpias arenas en puntos de consumo de alimentos, con el consecuente abandono de la basura y los desechos orgánicos e inorgánicos, porque poco les importa el daño que se causa a una zona de las playas más bellas del orbe, ya que piensan que las zonas hoteleras tienen ese tipo de servicio, por lo que habrá que reglamentar esta circunstancia, antes de que la propia naturaleza se encargue de poner esa la basura en el Océano, y desde luego que esa circunstancia es una de las más dañinas para la vida de peces y moluscos.
Pero también es importante señalar que las corrientes marinas las lleven a distintas partes del orbe, y aunque nosotros pensamos que no es posible tanta acumulación, hasta ahora se han descubierto en los océanos grandes concentraciones de basura formadas en su mayoría por microplásticos de menos de cinco milímetros. Resulta patético observar la isla de plástico de casi dos millones de kilómetros cuadrados, y los peor de todo es dos están en el Océano Pacífico, Dos en el Atlantico, y una en el Índico.
Resulta patético que seamos la única especie que por desgracia atenta contra su propia supervivencia. No es posible que la especie más avanzada de todas las que existen en el mundo, se la más irresponsable. Los científicos han señalado que existen aproximadamente dos millones de especies en esto que llamamos Tierra, y vuelvo a subrayar que la más nefasta sigue siendo la nuestra. No podemos culpar a nadie más, somos la especie más avanzada, y a la vez la que puede provocar la desgracia de la desaparición de la vida en este planeta. Así de simple nuestra irresponsabilidad. Al tiempo. [email protected]
Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con cincuenta años de experiencia en diversos medios de comunicación.
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