El nuevo acuerdo en Quintana Roo
Por: Vladimir Galeana Solórzano
Sin lugar a dudas cuando se trata de marcar una separación entre lo anterior y lo posterior, siempre se acude a palabras y frases rimbombantes que logren diferenciar a los gobiernos actuales de los anteriores. Al final la forma de gobernar sigue siendo la misma, y los diversos programas que se realizan o se reinventan, sirven para lo mismo que sirvieron los de antaño. Esa es la diferencia entre un gobierno saliente y un gobierno entrante. El cambio de personas o personajes tampoco es lo importante, porque la esencia de un gobierno legalmente establecido tendría que ser benéfico en función de entender la circunstancia del momento para tomar decisiones que coadyuven a la tan ansiada erradicación de la pobreza.
Desde la llegada de un gobierno populista a la Presidencia de la República, encabezado por Andres Manuel Lopez Obrador, se ha privilegiado la diferenciación entre el antes y el después, pero hasta ahora resulta que el después está siendo una de las etapas más duras en la consecución del bienestar común, porque la pobreza se ha ensanchado a través de la carencia de oportunidades de generación de empleo, y porque antes que invertir en el desarrollo, se invierte en la dádiva fácil que en nada ayuda a la superación y se concentra en la sobrevivencia.
Cuando se observa que se afirma que “para transformar Quintana Roo necesitamos un nuevo acuerdo, que la prosperidad sea compartida, el desarrollo más justo y que nadie se quede atrás. Un nuevo contrato social que nos permita como sociedad, transitar juntos hacia un nuevo modelo de trabajo conjunto y solidario, que nos permita ponernos de acuerdo, e incluir la visión de todos. ¿Y como para cuando se inicia esa etapa? Porque hasta ahora a nadie se le ha preguntado como nos ponemos de acuerdo, ¿o es que el acuerdo ya está hecho y solamente tenemos que sujetarnos a lo que se señale desde la esfera oficial?
Los temas que se insertan en esta nueva discusión son: impulso al turismo, Gobierno Honesto y Austero, Nueva Gobernanza, Bienestar Social, Educación, Salud, Medio Ambiente, Desarrollo Económico y Social, Autonomía de las Mujeres, Niñas Niños y Jóvenes, y Seguridad Ciudadana. Caray, le dieron al clavo, porque los temas ya los conocemos todos, pero el problema es que nos indiquen que es lo que se tiene que hacer para solventar la lista de temas que se insertan en dicho nuevo acuerdo, que por cierto, no es nuevo, porque es casi lo mismo que los gobiernos de antaño.
El discurso de la reivindicación que hasta ahora se ha utilizado, es el mismo que hace treinta o cuarenta años. Y esto pareciera dar a entender que los estrategas se conformaron simplemente con realizar una nueva temática que es más de lo mismo, y no tuvieron la visión para entregar un modelo de desarrollo con mayores propuestas, y más adecuadas a las necesidades de la circunstancia que se vive en el Quintana Roo de estos tiempos. Y no se trata de denostar las intenciones, pero muchos temas se quedaron fuera.
Lo importante sería conocer cuál va a ser la estrategia para poner cada uno de esos temas en funcionamiento, porque la ambigüedad mantiene a los quintanarroenses en la misma circunstancia que se pretende cambiar. Un cambio en cualquier gobierno que pretenda servir a los gobernados, y convencerlos de que lo prometido se convertirá en realidad, tiene que ser radical: desechar lo que no sirve, y aprovechar las oportunidades de la esperanza que siempre se le brindan a un nuevo gobierno. Así de simple. Al tiempo. [email protected]
Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con cincuenta años de experiencia en diversos medios de comunicación.