El gobierno de la hipocresía
Por: Vladimir Galeana Solórzano
Dejemos los supuestos y hagamos un breve repaso por nuestra lamentable realidad como país, como Nación y como sociedad. Los que hemos vivido en los últimos cinco años no ha sido la construcción de un mejor país como nos lo dijeron, por el contrario, ha sido el mayor desastre de un gobierno en los últimos cincuenta años. La Economía en estos momentos tiene fluidez, pero eso no quiere decir que se mantenga de la misma forma en los siguientes meses.
La gestión de AMLO concluyó, en la práctica, el viernes pasado después de rendir su quinto informe gobierno. A partir de ahora, los esfuerzos de la maquinaria político-administrativa de Morena se dirigirán a derrotar a Xóchitl Gálvez para garantizar la continuidad de su proyecto político. Frente a este punto de no retorno, vale la pena hacer un corte de caja sobre los legados oscuros del sexenio para anticipar el camino que tomarán las campañas electorales y los desafíos que inevitablemente condicionarán a la nueva administración a partir de 2024.
Existen tres puntos en materia de seguridad pública, que se revelará como uno de los asuntos prioritarios dentro de la próxima agenda de gobierno: los grupos criminales como actores políticos, y de paso se convertirán en instrumentos de control en las zonas que detentan. Pero también se buscará consolidar la estrategia de militarización como política de Estado y la violencia institucional como forma de gobierno.
Pero hay que ser realistas en lo que se avecina, y que no es otra cosa que garantizar que el proyecto de la Cuarta Transformación se convierta en credo en la siguiente administración, porque el inquilino de Palacio seguirá haciendo todo lo posible por convertirse en el que determine que es lo que se hace y como se hace. Para decirlo más claro, quiere construir el maximato que aspira a encabezar.
El principal objetivo no es que Claudia Sheinbaum llegue al poder a través de un avasallador triunfo en las urnas, sino el establecimiento de ese obradorato en el que ella será el títere principal, porque necesita a quien en verdad obedezca sus instrucciones y no cuestione costos ni consecuencias. Sus objetivos políticos están claros, y no es otra cosa que trascender a través de un elemento que responda a ciegas lo que el desee.
Por eso el empoderamiento de las fuerzas armadas, porque las necesitará en el caso de que existan conflictos sociales, porque si condenó a muerte a los niños con Cáncer y a gran parte de la población cuando se negó a comprar los medicamentos contra el COVID-19, no tendrá ningún empacho en utilizar al ejército como principal mecanismo de control social y al crimen organizado como garante de la estabilidad social del país. Así de simple. Al tiempo. [email protected]
Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con cincuenta años de experiencia en diversos medios de comunicación.