Definiendo al sátrapa
Por: Vladimir Galeana Solórzano
El Diccionario de la Real Academia de la Lengua ha establecido que un Sátrapa es una persona que gobierna despótica y arbitrariamente, y que hace ostentación de su poder. ¿Cuáles son los epítetos de un sátrapa? Tirano, déspota, dictador y autócrata. Así de simple podemos describir lo que han vivido los mexicanos desde la llegada de Andrés Manuel López Obrador al Ejercicio del poder público de esta nación.
Bien dicen los historiadores que el título de Sátrapa significaba “protector del reino”, y estaban a cargo de los asuntos administrativos, políticos y judiciales, pero uno de los rubros más importantes era el cobro de impuestos. Nada más y nada menos que lo que ha venido haciendo el Presidente de la Republica desde su llegada al ejercicio del poder que le entregaron la mayor parte de los mexicanos.
Aquellos que decíamos que Andrés Manuel López Obrador se convertiría al cabo del tiempo en un tirano, por desgracia lo hemos venido corroborando. Y lo peor es que nos engaño a todos con su cantaleta de que él era un demócrata, pero hasta ahora ha enseñado el rostro del autoritarismo y la tiranía. El haber dispuesto la cancelación de los fideicomisos de los miembros del Poder Judicial ha mostrado su verdadera vocación por el totalitarismo.
La tiranía es una forma de gobierno en la que el gobernante cuenta con un poder total o absoluto, no limitado por unas leyes, especialmente cuando lo obtiene por medios ilícitos y abusa de ese poder en beneficio de su persona, y de aquellos que lo acompañan en la ilegal gestión que ha emprendido en la desmantelación de los de los demás poderes de la Federación.
Andrés Manuel López Obrador ha elegido la confrontación antes que la legalidad de la que hemos gozado desde que iniciáramos la construcción del régimen político actual, ese que nos ha permitido transitar a una democracia que hasta ahora ha sido el pilar fundamental de nuestro sistema de gobierno, pero su decisión de apoderarse de los recursos económicos del poder judicial, lo coloca como un verdadero tirano.
Lo único que hemos corroborado en estos años, es que el Presidente de la Republica sigue siendo el mismo que quemaba posos petroleros como una forma de presión a las instancias gubernamentales, y ahora pretende colocarse como el poder de poderes en el sistema democrático que hasta ahora hemos construido los mexicanos. Pero las leyes ahí están, y en menos de un año tendremos nuevas elecciones, y su castigo será el ostracismo y la aplicación de las leyes de este país. Al tiempo. [email protected]
Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con cincuenta años de experiencia en diversos medios de comunicación.