A confesión de parte, relevo de prueba
Por: Vladimir Galeana Solórzano
Sin lugar a dudas el hombre más cínico y corrupto de la historia de este país ya no es Antonio de Padua María Severino López de Santa Anna y Pérez de Lebrón, a quien la propia historia acusa de haber vendido gran parte del país y de haberse elegido seis veces, aún cuando muchos aseguran que fueron once, ya que siempre solicitaba licencias para dejar el poder y reincorporarse con la misma constancia. Pero hasta ahora no hay quien lo haya superado en malicia y en señalar imprecisiones o mentiras.
”“Yo apoyo a los narcotraficantes mexicanos con el argumento de defender la soberanía, es que este es un asunto nuestro”. Han sido las palabras del Presidente Mexicano en una de sus conferencias mañaneras, y esta registrada en un video que ha causado estupor y desde luego que lo retrata tal y como muchos lo hemos asegurado. Para decirlo más claro, por desgracia tenemos un Mandatario que es producto de los grandes capitales que manejan las distintas bandas del crimen organizado, y que hasta ahora mantienen al país entero como rehenes de su actividad cotidiana.
El Presidente de la Republica se ha desenmascarado el mismo. El cinismo, que ha sido su sello durante toda su vida pública ha aflorado en otro más de sus excesos, y por consecuencia su declaración tendría que propiciar una rigurosa investigación no por parte de las instituciones mexicanas, sino de aquellos países que han sufrido los daños a causa del mortal fentanilo que se produce en este país sin que hasta ahora las bandas criminales hayan sido siquiera tocadas con el pétalo de una investigación, y mucho menos de una orden de aprehensión.
Siempre he señalado que Andrés Manuel López Obrador llegó a la Presidencia de la República producto del dinero del crimen organizado, y por sus ligas con los grandes amigos que tiene en el Cartel de Sinaloa. Ahora entendemos los azorados habitantes de este país, la forma en que ordenó que Ovidio Guzmán fuera dejado en libertad cuando las fuerzas armadas lo detuvieron en Culiacán. Y también el hecho de que haya ido tantas veces a Badiraguato donde incluso ha departido con los narcotraficantes que al parecer han sido sus amigos desde siempre y ha comido con ellos.
Para decirlo más claro, Andres Manuel López Obrador se ha quitado la careta del demócrata que siempre dijo que era, y ahora no es más que uno más de los cómplices de las grandes bandas de narcotraficantes que siguen envenenando no tan solo a los mexicanos, sino a los propios ciudadanos norteamericanos. Y claro que esa condición es la que ha motivado al Gobierno de Estados Unidos a realizar una minuciosa investigación como se ha mencionado en diversas ocasiones, y que seguramente en cuanto termine su mandato saldrá la orden de aprehenderle para que sea incriminado por diversas agencias norteamericanas.
Bien dicen por ahí que no hay mal que dure cien años, ni pueblo que los aguante, y creo que la mayoría de los mexicanos hemos entendido que el populismo es una de las más perversas doctrinas que ha coartado las aspiraciones colectivas de alcanzar una mejor forma de vida, y cuya principal misión es el empobrecimiento de las naciones, para someter a los ciudadanos a los designios de la sarta de estupideces que se les ocurre a los presuntos líderes que lo que más aspiran es mantenerse en el poder. De eso está poblado todo el Continente con excepción de Estados Unidos y Canadá. Al tiempo. [email protected]
Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con cincuenta años de experiencia en diversos medios de comunicación.
