La nueva forma de robar
Por: Vladimir Galeana Solórzano
Sin lugar a dudas el gran maestro del robo se llama Andrés Manuel López Obrador, y no se trata de desestimar al Presidente de la Republica al etiquetarlo como un ladrón, por el contrario, es un sujeto que ha sabido hurtar los caudales públicos a la vista de todos, y poco le importa en estos momentos lo que digamos los mexicanos, porque su mayor hazaña la ha consumado, y podemos tener la seguridad de que no tiene empacho en seguirlo haciendo.
Para decirlo de otra manera, ya nos ha visto la cara a los mexicanos por todos lados, y no hemos podido hacer nada para remediarlo. Quizá en el futuro inmediato exista la oportunidad de cobrarle las afrentas. Y para eso se requiere una sola cosa: que la mal llamada Cuarta Transformación sea rechazada por la mayor parte de los ciudadanos de todas las latitudes de este aún maravilloso país, y que tengamos la mayoría parlamentaria para poder enjuiciarlo y cobrarle las afrentas.
Por lo pronto, el Tren Maya se llevará nada más y nada menos que más de ciento veinte mil millones de pesos de los mexicanos en la continuación de su construcción. Una obra que por desgracia poco le servirá a los mexicanos por la simple condición de que seguirá siendo más cómodo viajar en avión que ir veinticuatro horas en un tren observando la devastación de nuestros recursos naturales en el sureste.
Para decirlo más claro, ahora se requieren ciento veinte mil millones de pesos adicionales para seguir con su construcción, y podemos tener la seguridad de que seguirá siendo un saco roto porque la ambición del Presidente es llenarse de dinero los bolsillos. Y eso significa que el sobrecosto llegará a doscientos ocho por ciento, lo que evidencia uno de los más grandes robos de la historia en el mundo.
Y eso quiere decir que la inauguración que se había anunciado para el mes de diciembre, tendrá que ser replanteada porque no existen las condiciones para terminarlo. Vaya que los caprichos de Andrés Manuel López Obrador no han sido para el bienestar de los mexicanos, sino simplemente para convertirse en el principal ladrón de toda la historia de este país. El sobrecosto ha llegado al trescientos sesenta y cuatro por ciento. Que buen negocio para el Presidente de la Republica, no?
Y ni que decir de las otras faraónicas obras que se le ocurrieron al mandatario para seguir con el negocio de hacerse de los caudales públicos de los mexicanos. Y vaya que su avidez de riqueza sigue intacta, porque ahora invertirá ciento setenta mil millones de pesos en la refinería de Dos Bocas, que hasta ahora no ha refinado un solo barril de petróleo. Sin lugar a dudas el mayor ladrón de la historia patria, superando a todos los anteriores, es Andrés Manuel López Obrador. Al tiempo. [email protected]
Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con cincuenta años de experiencia en diversos medios de comunicación.
