Viva el amor, simplemente de locura
Por: Vladimir Galeana Solórzano
Francamente no se a que se refiere el Presidente de la República cuando en su arenga por el grito de Independencia, le dio por señalar: ¡Viva el Amor!, porque hasta ahora lo único o que hemos podido constatar es esa inmensa carga de odio que ha mostrado y demostrado durante más de cinco años, y que ha estado dirigido a los neoliberales, a los periodistas, a los fifis, a los enemigos del régimen, o a los que no estamos con la mal llamada Cuarta Transformación.
Por cierto, donde está esa mal llamada “Cuarta Transformación”? Porque hasta ahora lo único que sabemos es que no es más que un simple enunciado, y que de esa amorfa masa de ocurrencias que vierte todos los días en sus conferencias mañaneras, en las que ha vertido más de ciento sesenta mil mentiras de acuerdo a los conteos de diversas empresas especializadas en la materia, no sale ni siquiera el primer enunciado de un documento que haga realidad esa “transformación”.
Si transformar es sinónimo de destrozar lo que se ha hecho durante muchos años, tiene razón el Presidente de la Republica. Algunos de los recuentos de esa tan mencionada transformación es el capricho de realizar el nuevo Aeropuerto en la Base Aérea de Santa Lucía. Donde tuvieron que quitar un cerro para que fueran viables los despegues y las aeronaves pudieran levantar sin peligro alguno. Pero de eso no se habla no se hablará, pero le costo miles de millones de pesos a los mexicanos.
Si transformar es tumbar una selva para que sus hijos aprovecharan los recursos maderables de caoba y que fueron sacados por Belice, y que sus queridos hijos vendieron en los países árabes. Si transformar es destruir las evidencias de ciudades mayas que emergieron en plena selva y que fueron abandonadas desde hace muchos años, porque así como llegaron a aposentarse para dejar la huella de una de las culturas más avanzadas de la humanidad, y quienes diseñaron a través de la simple observación el calendario más exacto de la historia de la humanidad.
Siempre he dicho que Andrés Manuel López Obrador tiene que ser enjuiciado por delitos de lesa humanidad. Y no hay más que buscar las miles de muertes que provocó al dejar sin medicamentos a los niños con Cáncer, ahí están registradas las muertes de hombres y mujeres a quienes no se les suministraron los medicamentos para esa lista de enfermedades que al final fueron letales.
Y ni que decir de las muertes de quienes dependían del Seguro Popular, y las muertes que provocó su mendicidad durante la pandemia de COVID, y la suspensión de los medicamentos de los niños con cáncer que tiene que ser el delito que más nos duela, porque siempre hemos dicho: con los niños no, y fue lo primero que hizo este mendigo Presidente que si se le explica la ley tendría que pudrirse en una celda lo que le queda de vida. Así de simple. Al tiempo. [email protected]
Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con cincuenta años de experiencia en diversos medios de comunicación.
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