El rechazo de SEMARNAT
Por: Vladimir Galeana Solórzano
Bien dicen por ahí que “cuando la perra es brava, hasta a los de casa muerden”. Y eso es lo que ha venido ocurriendo con las decisiones que ha tomado la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales con el proyecto presentado en torno al relleno artificial en el Puerto de Cancún donde se pretendía la rehabilitación de playas en una porción de tierra de cuatrocientos ochenta y cinco metros de costa frente a la Zona Hotelera.
El erosionamiento de los recursos playeros esa una lamentable realidad, porque los abusos han estado a la orden del día, y la naturaleza ha comenzado a cobrar las cuotas del descuido y la destrucción que los propios humanos hemos organizado durante muchos años, pensando que esos recursos eran para siempre. El problema es que hemos sido bastante agresivos con la propia naturaleza, quien ahora realiza el primer reclamo ante los descuidos que se debieron haber atendido hace mucho tiempo.
De acuerdo a las razones que aducen los pro o entes acerca de una sección de Playa que se ha identificado como Lote UC-69, que ahora muestra una delgada franja de arena que hasta ahora presenta un alto grado de inestabilidad al paso de los constantes eventos hidrometeorológicos tabro estaciónales como extraordinarios. Y esa circunstancia se debe al descuido y a los excesos de quienes detentan los frentes playeros.
Lo que se busca es la recuperación de la Zona Federal Marítima que colinda con el campo de Golf, con la oferta de respetar la dinámica natural costera con un menor impacto en la realización de las actividades recreativas propias de las cadenas hoteleras. La propuesta de colocar una estructura de cierre de tipo andador de madera piloteado de cincuenta y cinco metros de largo por dias anchos que serían soportados por una barrera de geotextil rellena de arena.
Ha sido la propia SEMARNAT quien ha considerado inviable el proyecto por causa de que ese erosionamiento playero ha sido por el descuido de quienes han explotado de forma infame durante mucho tiempo esos recursos naturales que ahora ponen en riesgo la viabilidad del lugar a causa de pensar que la naturaleza no cobraría los agravios que durante este tiempo han venido causándole.
La propuesta de tomar arena de las áreas donde no se impactaren los pastos marinos de flora y fauna, tratando de cuidar que el grano de la arena que fuera compatible con el material de la playa ha quedado suspendido pese a que se destinarían cerca de dieciséis millones de pesos y dos millones de pesos anuales para su mantenimiento. Será la propia SEMARNAT quien tenga la última palabra, o quizá quien determine el cierre parcial o total de la zona ante los descuidos con la naturaleza del lugar. Al tiempo. [email protected]
Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con cincuenta años de experiencia en diversos medios de comunicación.
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