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Mi actividad periodística y como defensora de DDHH en riesgo por los discursos estigmatizantes de los gobiernos de la 4T

Mi actividad periodística y como defensora de DDHH en riesgo por los discursos estigmatizantes de los gobiernos de la 4T

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Mi actividad periodística y como defensora de DDHH en riesgo por los discursos estigmatizantes de los gobiernos de la 4T
Necesariamente Incómoda 

Cuando las máximas autoridades de un país o de un estado, en el caso de México, tienen como política violentar la libertad de expresión, criminalizar el quehacer periodístico, como sucede actualmente en México y en Quintana Roo, son las responsables de cualquier otra acción que cometan en el mismo sentido sus subalternos o fanáticos, porque su objetivo es inhibir las libertades de pensamiento y expresión para que solo prevalezca una sola voz, la que atenta contra la diversidad de ideas, la pluralidad y la inclusión.

Esos mensajes ocultos y abierto dirigidos al gremio periodístico de Quintana Roo, principalmente en contra de quienes disienten de la voz del poder, ponen en riesgo nuestra integridad física, nuestras vidas, así como a nuestras familias y nuestros patrimonios.

En medio de la estigmatización, la criminalización y el acoso en agravio a periodistas incómodos que se registran a nivel nacional y estatal, volví a ser víctima de un nuevo atentado en contra de mi seguridad física y patrimonial, debido a que el pasado domingo 5 de marzo, una persona del sexo masculino ingresó a mi domicilio a sustraer objetos de mi propiedad.

Alrededor de las ocho de la noche ingresé con mi vehículo a mi casa, lo estacioné y entré al baño, a los pocos minutos regresé a la cocina que colinda con la cochera y desde la ventana “miré la silueta de una persona, yo pensé que se trataba de mi nieto y le grité hey, en eso miré que salió corriendo y fue que grité hey, qué buscas?, qué quieres?, al ver que salía corriendo de inmediato salía detrás de él, pero antes activé mi videocámara, para grabar a esta persona, esta persona tenía en la mano dos sombrillas medianas, una de color blanco y otra azul, con un uso aproximado de diez años y un monto aproximado de mil pesos, un garrafón de agua de cuatro litros, de un uso aproximado de un mes, con un monto de cincuenta pesos”.

Este relato se lo proporcioné horas después al personal de la Fiscalía en Felipe Carrillo Puerto cuando fui a presentar mi respectiva denuncia, penal, pues no es la primera ocasión que personajes que se ven afectados con mi trabajo periodístico y de defensora de los derechos humanos envían a sus mensajeros con diversos objetivos como lo consta en las diversas carpetas de investigación que se han abierto durante los últimos años.

Al personal de la fiscalía también le conté que me asusté mucho y de inmediato cerré el portón de mi casa que permanecía abierto, “en eso miré que esa persona del sexo masculina se acerca nuevamente a mi portón, y se sienta frente al portón, de allí yo le pregunté que quien es”, me dice que se llama Lucio Fernando Yama Tamay y que venía de José María Morelos, Quintana Roo, “me percaté que esta persona se encontraba en visible estado de ebriedad”.

En eso marque a la Policía Municipal de Felipe Carrillo Puerto, pero jamás llegaron a auxiliarme, a los diez minutos aproximadamente, este persona se retira de mi domicilio, llevándose los objetos referidos.

Como a los diez minutos que se había retirado esta persona, llegaron mis hijas y una de ellas, en el camino por el que llegó a mi domicilio, encontró las sombrillas tiradas.

Como ciudadana, haciendo uso de mis derechos constitucionales en tiempo y forma acudí a presentar mi denuncia penal correspondiente para que se abra la carpeta de investigación respectiva en busca que esta nueva agresión, no quede impune, como muchas de las otras que en puesto en conocimiento de las autoridades respectivas.

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Tampoco busco tener un extenso expediente de agravios en mi contra como ciudadana, defensora de derechos humanos y periodista, lo que busco es que quienes integran la clase política que gobierna este estado me dejen trabajar tranquilamente, hacer mi trabajo periodístico y ellos se dediquen a gobernar como se comprometieron el día que rindieron protesta como personas servidoras públicas.

Esto en espera de ir a ratificar mi denuncia y aportar las evidencias que tengo en mi poder, con la finalidad de hacer los informes respectivos al Mecanismo de Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, dependiente de la Secretaría de Gobernación del gobierno federal, del cual soy beneficiaria, debido a que por mi desempeño profesional he sido víctima de amenazas, intimidación, acoso y entre otros agravios por desempeñar mi actividad periodística y de defensora de los derechos humanos de las mujeres, actividad que he venido desarrollando desde hace 20 años a través de la asociación civil Maya sin Fronteras como lo evidencias los múltiples casos que he acompañado.

Quizás el hecho que una persona entre a robar en un domicilio del municipio de Carrillo Puerto, no es novedad, ya no es noticia, pero que de manera intimidante haya estado frente a mi domicilio, por más de diez minutos y que las sombrillas que sustrajo de mi domicilio las haya tirado en su retirada, eso implica, que el objetivo del allanamiento de mi domicilio no fue el robo. Las autoridades tendrán que investigar y dar una explicación al suceso.

Graciela Machuca Martínez
Graciela Machuca Martínez


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