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Quintana Roo en alerta roja permanente por la violencia en temporada vacacional de Semana Santa

Quintana Roo en alerta roja permanente por la violencia en temporada vacacional de Semana Santa

Quintana Roo en alerta roja permanente por la violencia en temporada vacacional de Semana Santa
Necesariamente Incómoda 

La temporada de vacaciones de Semana Santa está a su máximo esplendor en Quintana Roo, los reportes de los prestadores de servicios turísticos van del 90 al cien por ciento en la ocupación hotelera, por lo que la derrama económica se extiende a todos los sectores de la economía turística en la entidad, como resultado de las inversiones en promoción que se hizo a nivel nacional e internacional en décadas pasadas, por lo que hoy en día la prioridad para el gobierno estatal no tendría que ser la promoción turística ni la personal de quienes gobiernan, sino la atención del problema de inseguridad, el cual, al final de cuentan impacta negativamente en el capital de imagen turística que se ha logrado con trabajo de la iniciativa privada y con presupuestos estatales y federales.

Organizar caravanas de promoción turística y personal rumbo a las elecciones de 2024 no ayuda en nada a la atracción de más turismo, porque los destinos de Quintana Roo ya se venden solos, la prioridad debe ser la solución al grave problema de la inseguridad pública, la violencia en el estado es la que sí dañará severamente la imagen de los destinos y con ello el turismo puede optar por otras opciones que las hay en abundancia en el Caribe.

Los hechos de violencia que se registran en Cancún, Playa del Carmen, Isla Mujeres, Cozumel, Bacalar y en el resto de los municipios de Quintana Roo elevan el riesgo para los visitantes, el cual no se disminuirá ocultando la realidad, censurando a los medios de comunicación como es la estrategia que actualmente utiliza el gobierno estatal, acallando a periodistas que solo cumplen con informar, no es el camino para terminar con la violencia.

En esta época de la globalización es imposible tapar el sol con un dedo, el gobierno estatal puede acallar voces, hacer convenios con las grandes empresas, pero le será imposible silenciar al periodismo independiente de la entidad, a las agencias internacionales de prensa, así como a las redes sociales. Descalificar, estigmatizar o criminalizar al mensajero no es la solución pata terminar con la violencia y la corrupción en Quintana Roo, se requieren políticas públicas y voluntad política para atender el problema de raíz, porque los medios de comunicación no generan la violencia, son otros actores de la sociedad, coludidos con entes gubernamentales quienes usan la violencia para imponer su ley vulnerando el Estado de Derecho.

Hasta el momento, los millonarios presupuestos que se dedican a la operación de policías municipales, estatales, a la Guardia Nacional, a la Marina y al Ejército en sus funciones de seguridad pública solo han servido para crear falacias, corporaciones que han resultado una ilusión, porque en la vida real, en la práctica no existen, las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública lo demuestran, las cifras que pueden hacer descender diez, 15 o 20 por ciento, como ha sido en el caso de los feminicidios, pero porque los que llegan a disfrazar de homicidios dolosos, culposos y hasta de suicidios, que después tienen que reclasificar porque las burdas carpetas de investigación, así se los exige. Casos para evidenciarlo se encuentran por todo el país.

La Guardia Nacional, el juguete para la seguridad pública del presidente de la república, ha terminando siendo un fantasma porque solo aparece para la fotografía, para los videos promocionales, miles de kilómetros de las carreteras federales se encuentran abandonadas, la sección que era la temida Policía Federal de Caminos, existe en el presupuesto, pero no cuando los usuarios de esas vías de comunicación la requiere, con esa ausencia policial en las carreteras se permite el libre tránsito de la delincuencia organizada.

En esta Semana Santa, a la Guardia Nacional la concentraron en los principales centros vacacionales del país, mientras que las carreteras y puentes se encuentran sin vigilancia, libres para que la delincuencia opere y las personas usuarias se encuentran a la deriva, sin la policía federal que los proteja, porque las tripulaciones de las pocas patrullas que se encuentran estacionadas en algunos puntos y sitios carreteros se dedican a la extorsión.

Ex gobernantes estatales que les tocó el proceso de conformación de la Guardia Nacional son testigos de que su operación estaba destinada al fracaso, porque solo fue una excusa para mantener a las fuerzas armadas en la calle, pero con un nombre de corporación civil y al final de cuentas, la Guardia Nacional depende de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), a pesar de las lagunas legales que existen al respecto.
La gobernadora de Quintana Roo, María Elena Hermelinda Lezama Espinoza, ha declarado que hay una campaña mediática en contra de la entidad, que los hechos de violencia que se registran en otros lugares solo los montan para Quintana Roo.

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A la señora no le informan adecuadamente sus subalternos o quiere engañar al pueblo. Las evidencias están en las mismas estadísticas del gobierno federal, en las capetas de investigación, en los reportes policiales, en las llamadas al 911, en las imágenes del C5.

Pero si quiere más evidencias que se acerque a las familias que buscan a sus seres queridos desaparecidos en Quintana Roo; a las madres, hijas e hijos de las mujeres víctimas de feminicidio; a las niñas y niños huérfanos por la violencia generada del crimen organizado; se puede conectar a las señales de radio de las corporaciones policiacas y servicios de emergencia, las cuales en todo momento se encuentran en código rojo por la incidencia delictiva permanente.

Graciela Machuca Martínez
Graciela Machuca Martínez

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