Mensaje dominical: Cristo resucitó
Aleluya Cristo resucitó
¿QUIÉN NOS QUITARÁ LA PIEDRA DE LA ENTRADA DEL SEPULCRO?
1. Resucitó y aún estoy contigo.
Cristo espiró en la Cruz y sus amigos bajaron el cuerpo de la Cruz, lo envolvieron en una sábana y lo pusieron en un sepulcro nuevo. Aunque muere y está sepultado como cualquier otro hombre mortal, sin embargo, su cuerpo no conoce la corrupción. Su cuerpo solo conoce la transformación de carne mortal a carne gloriosa. Jesús resucitó de entre los muertos su cuerpo resucitado es el mismo pero diferente. Aparece y desaparece. Atraviesa las paredes. Muestra las señales de los clavos y del costado atravesado. Habla e instruye a sus apóstoles. Cristo sigue vivo, pero de otra manera. En la Sabana Santa nos deja signos de su muerte y de su resurrección. La Sabana Santa es un gran reto y desafío para nuestra inteligencia, pero también para nuestra fe. ¡No está aquí entre los muertos! Si está aquí como resucitado “resucité y todavía estoy contigo”. Cuando las santas mujeres descubrieron la piedra removida, el sepulcro vacío y los ángeles presentes, se dieron cuenta que no estaban solas, que Jesús seguía con ellas, aunque de otra manera y en otra forma.
2. ¿Quién nos quitará la piedra?
Cristo ha resucitado: glorioso, luminoso y triunfante sale del sepulcro venciendo la muerte, el pecado y la tristeza. Pero para aceptarlo, necesitamos de la fe. Nuestra mente racional puede cerrarse y mantener la piedra de la incredulidad. El peso de la racionalidad es demasiado grande y siempre puede inventar explicaciones al milagro de la resurrección: “digan que los discípulos se robaron el cuerpo”. Y esta historia todavía se cuenta en nuestros días. ¿Quién nos removerá la piedra de la incredulidad? La fe es un Don de Dios que nosotros debemos cuidar y fortalecer, pero siempre será ante todo regalo de Dios que hay que pedir y suplicar.
3. El sol ilumina a todos, solo hay que abrir la ventana.
Aunque el sol brille esplendoroso y radiante en el cielo, nuestro cuarto permanecerá oscuro si no abrimos la ventana. “La luz vino a las tinieblas y las tinieblas prefirieron la oscuridad porque sus obras eran malas”. “Por la entrañable misericordia de Nuestro Dios, nos visitará el sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tinieblas y guiar nuestros pasos por el camino de la paz”. No tengamos miedo a que se evidencien nuestras malas obras y deficiencias con la luz de Cristo. No tengamos miedo a abrir la ventana de la fe, para que entre toda la luz de Cristo en nuestro corazón. Que prevalezca en nuestras vidas la luz de la verdad sobre las tinieblas de la mentira del pecado y de la muerte. Cristo resucitó para que resucitemos con Él. Resucitó para que ya no vivamos para nosotros mismos sino para Él y para nuestros hermanos. Cristo resucitó para darnos vida nueva. Amén. Así Sea.
¡Felices Pascuas de Resurrección! + Monseñor Pedro Pablo Elizondo Cárdenas Obispo de la Diócesis de Cancún-Chetumal
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