DELINCUENCIA A LA ALTA EN CANCÚN
Sin lugar a dudas el paraíso de este país pasa por momentos agobiantes a causa del crecimiento de la delincuencia en el estado de Quintana Roo. Pareciera que Mara Lezama no atina a encontrar el antídoto de esa escalada de violencia que se ha venido apoderando de muchos territorios en el bello y sureño estado. Para decirlo más claro, esa violencia puede en cualquier momento propiciar que la Riviera Maya sea considerada de alto riesgo.
La violencia y los asesinatos es algo que muchos lamentamos, porque hasta ahora hace pocos meses los delincuentes asesinaban a un empresario cada día, y no se sabe si se han aprehendido a los culpables de esos hechos. El martes pasado ocurrió un suceso en la Supermanzana setenta y cinco, sobre la calle once, esquina con avenida Francisco Indalecio Madero, lugar muy cerca del antiguo Hospital General donde dos sujetos en una motocicleta asesinaron a un hombre que recibió más de diez impactos de bala.
Y esta circunstancia habla de que por ahora la delincuencia esta la alta, y lo peor sin que la Gobernadora o la Municipe de Cancun hayan establecido alguna estrategia para defender a los ciudadanos. Para decirlo más claro, la Riviera Maya necesita cuidados por la escalada de violencia, y creo que ha llegado la hora de que la señora Mara Lezama se reúna con sus municiones para realizar una estrategia de contención criminal.
Cancun y Playa del Carmen están convirtiéndose en lugares sin ley, porque con la mayor impunidad la delincuencia organizada ha sentado sus reales sin que hasta ahora hayan sido molestados con el petalo de una investigación. Francamente desconozco lo que se ha hecho en materia de prevención en el estado de Quintana Roo, pero es algo que debería preocupar a la gobernadora Mara Lezama.
Desconozco si la Gobernadora Mara Lezama haya entendido que la desgracia está por doquier en el paradisíaco lugar que en cualquier momento pudiera ser boletinado como uno de los lugares más peligrosos. Delfino Dionicio era maestro, y tenía una larga trayectoria como docente, y obtuvo un Diplomado universitario en la Facultad de Filosofía y letras de la Universidad Autónoma de Queretaro. Lo curioso es que no tenía enemigos al decir de quienes lo conocían.
Quintana Roo necesita tranquilidad antes de que los turistas decidan dejar de venir a sus paradisíacas playas. La Gobernadora tiene que exigir a sus principales mandos que asuman su responsabilidad, y si no tienen la capacidad para detener la escalada de violencia, pues debiera ir pensando en cambiar a los mandos, o pedir el apoyo de la Federación. Así de simple.
