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Bartlett, más que un apagón, apagará sus velas de 85 años

Bartlett, más que un apagón, apagará sus velas de 85 años

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Contracolumna

JOSÉ MARTÍNEZ M.

El próximo martes habrá un nuevo apagón.

Manuel Bartlett cumplirá 85 años y ya se prepara para apagar las velas. Esperemos que no se vaya a equivocar y baje el switch dejando al país a oscuras nuevamente.

Mucho antes de la pandemia Bartlett ya enfrentaba severos cuestionamientos por sus millonarias propiedades. Para deslindarse de los señalamientos de su desmedida riqueza, Bartlett le aventó la papa caliente a Julia Abdala, su pareja sentimental.

Al final de cuentas el gobierno de López Obrador se negó a sancionar al titular de la CFE porque las numerosas propiedades no estaban a su nombre sino de su amada Julia con la que formalmente, dice no estar casado.

Bartlett jamás podrá ocular que es un fifí, es decir, un servidor de la nación que nació en pañales de seda y que pasados los ochenta años sigue vistiendo trajes de diseñador en un gobierno que alardea de sencillez, austeridad y pobreza. Bartlett, es parte de algo así como un gabinete de funcionarios que presumen ser los continuadores de la obra de la Orden de los Carmelitas Descalzos.

Al inicio de la pandemia me dijo Ignacio Cobo, amigo de toda la vida del todopoderoso director de la Comisión Federal de Electricidad.

Te manda saludos Manuel (Bartlett),

Dos años antes de las elecciones presidenciales que encumbraron a Obrador en el poder, Bartlett era una figura clave en el equipo del tabasqueño. Entonces acudí a Nacho Cobo para comentarle que necesita una entrevista de largo aliento con Bartlett para un libro que he venido preparando sobre este polémico personaje. Nacho y Bartlett son uña y mugre. Amigos y socios de toda la vida. Incluso Obrador se refería a Nacho y Bartlett como “mafiosos”. Ahora Bartlett ya no es un “mafioso”, ya está purificado por el gurú de la cuarta transformación. Lo cierto es que Bartlett ha pasado de “consigliere” a “caporegime” del padre de la Cuatro Té.

Nacho, como le dicen a Cobo González, es uno de los mejores amigos del ingeniero Carlos Slim. Una de las mayores habilidades de Nacho es saber repartir sus afectos por igual. Por ejemplo, pocos saben que Slim y Bartlett se detestan, yo diría incluso que se odian. De eso estoy más que seguro. Pero Nacho es amigo de ambos al mismo tiempo. Incluso, él es el mensajero cuando se ha llegado a interrumpir la comunicación entre los dos personajes.

Bartlett, más que un apagón, apagará sus velas de 85 años.

Bartlett y yo como periodista somos viejos conocidos. Incluso Nacho me ha dicho: “Oye, Manuel te tiene bien ubicado”. “Se expresa bien de ti y tiene respeto por tu trabajo”, yo sonreí cuando Nacho me lanzaba esas flores que podrían haber sido dardos envenenados.

Conozco bien a bien a Nacho, fue él quien me presentó hace más de veinte años al ingeniero Slim. Muchos se van con finta de que Nacho le puede abrir las puertas de Slim a cualquiera. Falso. En momentos de enojo he escuchado de labios de Slim maledicencias en contra de Cobo. Pero de Nacho jamás he escuchado que se exprese mal de sus amigos. Incluso, como buen norteño Cobo ha sido leal a carta cabal con Slim y Bartlett. Yo mismo he sido irónico con Nacho por defender a capa y espada al titular de la CFE.

Así que cuando Cobo me dijo que Bartlett me tiene “bien ubicado”. Le dije:

Espero que no me tenga escaneado.

Mi respuesta fue a sabiendas de todo lo que significa que Bartlett lo tenga a uno bien “ubicado”.

Manuel Bartlett es un político del bando de los políticos rudos y desde muy joven aprendió a luchar en un ring sin cuerdas. Es muy hábil en la tribuna parlamentaria y en el regateo con los periodistas. Bartlett es descendiente de una dinastía de periodistas. Su bisabuelo y su abuelo fueron connotados periodistas. Los restos de su abuelo están, incluso, en la rotonda de las personas ilustres.

Cuando Bartlett supo que yo preparaba un libro sobre un perfil biográfico de él, Nacho me dio el mensaje: “Dice que puedes escribir lo que quieras… ¿Sabes qué…? Me dijo también que le vale madre lo que publiquen los periodistas, que al fin y al cabo siempre van a hablar mal de él hasta el día que se muera”.

¡Zas!

Desconozco y ni siquiera me importa saber quién es el operador de medios de Bartlett, pero creo que nadie quisiera estar en sus zapatos, supongo, que con un jefe así, con muy mala prensa y muy mala fama debe sufrir jaquecas y regaños todo el tiempo.

El funcionario consentido de Obrador ha estado bajo fuego en los últimos días por el desastre de los apagones.

Antes provocó mucho ruido su decisión de inundar pueblos enteros –los predios de más de 90 mil personas en las zonas más pobres de Tabasco, como son Nacajuca, Jalpa y Cunduacán– por las lluvias que amenazaron con desbordar las presas de esa entidad.

Cuando el papanatas del gobernador morenista Adán Augusto López anunció que iba a tomar medidas legales contra la CFE, Bartlett soltó una estruendosa carcajada.

“A mi esa demanda me da risa… hay gente que nada más anda buscando a ver a quién le echa la culpa de sus torpezas, es todo lo que voy a decir”.

Pero las torpezas de Bartlett a millones de mexicanos de todo el país y a los empresarios e inversionistas no le provocan risa, sino indignación. Ver enlace del lado oscuro del mega apagón en video-columna de Ramón Alberto Garza en  ( https://www.youtube.com/watch?v=kmGKCzzb9lc )

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La capacidad de Bartlett al frente de la CFE ha sido cuestionada desde el inicio del actual gobierno.

El tema de las energías limpias es otro de los temas escandalosos que involucran al titular de la CFE y que tienen repercusiones de alcance internacional.

Dice el refrán que lo que empieza mal acaba peor. Y Bartlett lo sabe muy bien.

Una de sus peores decisiones fue la pésima negociación de los contratos de los gasoductos a cargo de empresas privadas, entre ellos Carlos Slim.

Bartlett decía que dichos contratos eran “leoninos” respecto a las tarifas que cobran al gobierno. Más que “negociar”, Bartlett era partidario de expropiar, cuando el presidente Obrador fue advertido de las consecuencias que una medida así acarrearía, le dieron reversa a la propuesta de Bartlett.

Bartlett festinó que el gobierno se iba ahorrar más de 4 mil millones de pesos por la “renegociación”, lo cierto es que el argumento de “corrupción” y “contratos de costos elevados” resultó falso.

La Auditoría Superior de la Federación ha determinado en base a la cuenta pública de 2019 que el gobierno hizo una pésima “renegociación” y que al final de cuentas le costará muchos más a la Comisión Federal de Electricidad y al país.

El próximo martes 23 de febrero, Bartlett apagará las velas de su cumpleaños número 85. Quizás sea tiempo de preparar su jubilación, aunque sus planes son acompañar a Obrador hasta el final del sexenio.

Bartlett es un lastre para el país. Es un dinosaurio de la política.

Tal vez solo nos queda decir como en el cuento de Tito Monterroso:

Cuando despertó, el dinosaurio y el apagón todavía estaban allí.

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