EL CAMBIO DE ESTAFETA EN LA UNAM
Por: Vladimir Galeana Solórzano
Sin lugar a dudas la Universidad Nacional Autónoma de México ha sido un baluarte en el desarrollo profesional de millones de hombres y mujeres de este país, e incluso de muchos otros países a través de las jornadas de intercambio estudiantil, que hasta ahora siguen vigentes y que le otorgan a los educandos una forma distinta de apreciar la enseñanza, que se recoge no tan solo en las aulas, sino en la mezcla con otros sistemas de enseñanza.
Mi alma mater, la del gran campo de las afamadas islas donde muchos fuimos a estudiar antes de algún examen, o bien donde paseabas con los compañeros por el simple gusto de explorar los lugares preferidos de quienes jugábamos “tochito”, o bien una cascarita con una desinflada pelota , o simplemente cumplir con la tarea de caminar sin hablar con la novia, o con la amiga, o con la flota entera.
Esos recuerdos se agolpan ahora en mi memoria, porque no he tenido la oportunidad en los últimos cuatros años de mi exilio, de revivir esos momentos, esas caminatas, de ver el rostro de esas niñas mujeres que también buscan lo que nosotros buscábamos y que no es otra cosa que un título universitario para ganarnos la vida decorosamente y engrandeciendo con nuestro trabajo a este aún maravilloso país.
Lo que más gusto me ha dado en torno a lo que ocurre en la UNAM es que una mujer haya llegado a la Secretaría General de la Rectoría. Ella es la Doctora Patricia Davila, quien reconoció que su llegada es un compromiso muy fuerte, y se dijo dispuesta a aprender, lo que habla de su sencillez y la entrega que ha tenido formando profesionales durante muchos años, que seguirán engrandeciendo a este país.
Por lo pronto planteo la reestructura de la Secretaría General de la UNAM con la finalidad de que sea más cercana a los planteles de Bachillerato, Licenciatura y Posgrado, además de analizar asuntos diversos en materia académica, y atender en equipo las distintas problemáticas que se generan en un universo de más de trescientos setenta y tres mil matriculados entre hombres y mujeres.
Pero no para ahí la cosa, porque cuenta con más de cuarenta y un mil quinientos maestros, entre los que están cinco mil setecientos ochenta y tres de riemlo completo, lo que habla del gran universo de hombres y mujeres entre estudiantes y maestros. Pero también están aquellos a los que les corresponde las tareas de administración y de manutención de mi Alma Mater. Al tiempo.
