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Un buscapiés electoral llamado Manlio Fabio Beltrones

Un buscapiés electoral llamado Manlio Fabio Beltrones

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Desafortunadamente los antecedentes en este tipo de casos presentados por la FGR dejan mucho que desear. Solo han sido anuncios rimbombantes de casos que no llegan a nada, volviéndose distractores temporales. ¿Veremos acaso unos petardos del gobierno como el de Emilio Lozoya y el de Alonso Ancira?

Columna: Expedientes MX
Autor: Norberto Vázquez

La carrera política del pupilo del extinto Fernando Gutiérrez Barrios ha sido uno de esos enigmas hoscos dentro del sistema político mexicano. Nadie podrá negar el poder político que envolvió a Manlio Fabio Beltrones Rivera en las recientes tres décadas. Po lo menos a mí, me tocó verlo cruzar las calles cerca de la Vieja Casona de Xicotencatl y en eventos privados, con un sequito de por lo menos 30 personas, todos ellos, asistentes, directores de prensa, secretarios o asesores, que lo seguían para todos lados.

Toda apunta que Betrones, será el distractor del momento ya que la Fiscalía General de la República (FGR) lo acusa de que presuntamente entre 2009 y 2010, su hija, Sylvana Beltrones Sánchez, ahora senadora del PRI, envió 10.4 millones de dólares a dos cuentas bancarias abiertas en la polémica Banca Privada d’Andorra (BPA), misma que fue usada para lavar millones de dólares para poderosos clientes mexicanos, entre ellos, Juan Ramón Collado Mocelo, el exabogado del expresidente, Enrique Peña Nieto, y para grupos criminales de varias partes del mundo.

Desafortunadamente los antecedentes en este tipo de casos presentados por la FGR dejan mucho que desear. Solo han sido anuncios rimbombantes de casos que no llegan a nada, volviéndose distractores temporales: el problema es que viniendo de la FGR, más que generar certezas, se precipitan dudas. ¿Veremos acaso unos petardos del gobierno como el de Emilio Lozoya y el de Alonso Ancira?

De todo esto, lo cierto es que Beltrones tiene una historia, digna de una novela policiaca, por lo tenebroso y enigmático trascender que ha tenido dentro de la política nacional: Beltrones se afilió al PRI a los 16 años. Nació en el municipio de Etchojoa, Sonora. Nieto de una indígena yaqui que perdió un ojo cuando cortaba leña, logró graduarse de economía en la UNAM a los 22 años (en 1974) y llegó a ser diputado por su estado a los treinta. Su carrera floreció durante el sexenio del presidente Carlos Salinas de Gortari.

Durante los comienzos del sexenio de Salinas, Beltrones se convirtió en uno de los varios aprendices del longevo priista Fernando Gutiérrez Barrios (†), trabajó como subsecretario de Gobierno en la Secretaría de Gobernación, donde se volvió famoso por su habilidad para el espionaje.

Llegó a ser gobernador de su estado en 1991, a los 38 años. Desde aquella primera vez como diputado en 1982, Beltrones ha sido un priista con puestos prominentes, excepto en la segunda mitad del sexenio de Ernesto Zedillo.

En 1997, cuando Beltrones terminaba su gubernatura en Sonora, el New York Times vinculó al gobernador de Morelos, Jorge Carrillo Olea, al hermano del expresidente, Raúl Salinas de Gortari, y a Beltrones mismo con el afamado narcotraficante Amado Carrillo Fuentes, el “Señor de los Cielos”.

El reportaje retrata una investigación que se había originado en la DEA en 1994 y que subrayaba la complicidad de Beltrones. La información ahí contenida, aseguraba el reportaje, fue compartida por diplomáticos estadounidenses con el presidente Ernesto Zedillo en 1994.

Las acusaciones que se repitieron entonces eran que Beltrones “asistió a tres reuniones entre 1990 y 1993 en un rancho, donde los narcotraficantes le daban maletas repletas de dinero a Raúl Salinas. Amado Carrillo Fuentes estuvo en al menos una ocasión”. El reportaje construido a partir de fuentes no reveladas aseguraba que “aunque Zedillo no dio puestos gubernamentales a Beltrones ni a Carrillo Olea, ambos parecían gozar de una inmunidad tácita de la investigación criminal que se podía concertar entre México y Estados Unidos”.

En 1994, uno de los hermanos de Manlio Fabio, Alcides Beltrones, que era entonces el director general del aeropuerto de Tijuana, recibió a Luis Donaldo Colosio en esa ciudad. Después del asesinato del candidato, por petición del presidente Salinas fue el propio Manlio Fabio el que entrevistó primero a Mario Aburto, personaje indicado como asesino del candidato presidencial.

Durante de la década de los noventa, fue que tuvo que contribuir a parchar al PRI, desde la CNOP, tras la debacle ocasionada por la derrota del candidato Roberto Madrazo en el 2006.

A este viejo enemigo del PAN le tocó negociar los términos de la cooperación con los gobiernos de la transición. Como diputado y como senador construyó coaliciones y elaboró estrategias que se opusieron sistemáticamente a que el PRI fuera perseguido y logró sostener posiciones en que las bancadas del PRI no cooperaron mucho (o lo hacían solo a precios muy altos) con las iniciativas de los presidentes del PAN.

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En las carreras para la elección presidencial de 2012, Manlio Fabio hizo públicos sus deseos para contender por la candidatura presidencial del PRI. Perdió frente al precandidato Enrique Peña Nieto.

De aquella contienda entre priistas en 2012 Beltrones quedó herido políticamente y con un futuro incierto. Hoy, Manlio Fabio Beltrones, será el nuevo buscapiés político rumbo a las elecciones del 6 de junio de la administración de la 4T.

Como la justicia en México es muy dudosa, no se sabe si procederán las investigaciones de la FGR, o simplemente, terminarán haciendo mucho ruido y pocas nueces. Por lo pronto, el escándalo ya se soltó y se verá si aun la fuerza política de Beltrones le dará para negociar estas acusaciones en contra de su familia.

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