¿Y DESPUÉS DEL DESASTRE?
No cabe duda que cuando la mendicidad de un sujeto se impone en la conciencia de una Nación, el desastre está a la vuelta de la esquina. Y eso es lo que le ha estado pasando a este país con una mujer que cumple fielmente lo que le indica el idiota que después de que el pueblo entero lo arropara para conducir su destino, ahora lo destruye simplemente porque quiere mantener su hegemonía política antes que dejar que quienes gobiernan conduzcan a la nación.
Nunca antes de la llegada de Andrés Manuel López Obrador, esta nación, ha tenido y mantenido diversos padecimientos a causa de una KAKISTOCRACIA que se ha enquistado en el Poder Ejecutivo Nacional, y que hasta ahora el saldo ha sido desastroso por no decir altamente destructivo paso del tabasqueño en el Poder Ejecutivo Nacional, y que concentró todo el poder en un solo hombre, el mismo.
La parodia que hasta ahora hemos venido manteniendo no es otra cosa que un Maximato, como lo realizará Plutarco Elias Calles hace más de ochenta años, y que fue una de las etapas más negras de nuestro devenir histórico, lo mismo que está ocurriendo en estos tiempos, donde una mujer que no entiende que no sabe, ahora detenta el Poder del Estado Mexicano, simplemente porque para la mayor parte de los mexicanos ha sido leal a quien verdaderamente detenta el poder.
La historia indica que los Maximatos no son otra cosa que la ambición de poder de quienes lo detentaron, y que a través de uno de sus más cercanos y leales colaboradores depositan aviesamente el Poder del Estado, a sabiendas de que la historia los juzgará, lo que quiere decir que hasta ahora quien sigue detentando el Poder en este país es el tabasqueño, porque si algo podemos decir de la Señora Sheimbaum es que hasta ahora no ha sido más que una pieza de Esequiel parodia que nos endilgó Andrés Manuel López Obrador.
Pero no hay tiempo que no se cumpla, y hasta ahora los desatinos de la señora Sheimbaum han sido garrafales para este país, y desde luego que esa particularidad de mantener en sus hombros al Poder Ejecutivo de la Nación, no es algo que ella entienda, y por eso tantas consultas para entender que es lo que tiene que hacer y como, lo que habla de que nunca ha estado preparada para detentar el Poder Presidencial.
El desastre está a la vuelta detentando la esquina, y muchos no lo quieren ver aunque se los restrieguen en sus narices, porque todos están al servicio de un hombre que difícilmente dejará de intervenir en las decisiones de estado, y que por mucho que se esconda o intente hacerlo, las huellas que deja el tabasqueño ya las conocemos la mayor parte de los mexicanos. Al tiempo.
