Victoria de Morena sería confirmación de su poder en la entidad
Victoria de Morena sería confirmación de su poder en la entidad, cuya ganadora sería Mara Lezama Espinosa.
En su momento el Partido Verde fue clave para el gobernador Roberto Borge y lo han sido ahora para los presidentes municipales morenistas, como es el caso de la puntera.
Mientras en otros estados la operación electoral corre a cargo de las estructuras que fusionan padrones gubernamentales con los tocapuertas de los chalecos guindas –sean promotores de programas, diputados o activistas de Morena–, en esta zona del Caribe mexicano el amarre de los votos es una tarea comandada por el exsenador Jorge Emilio González Martínez, el Niño Verde.
Por eso no es casual que del PVEM provenga la abanderada del PRD y del PAN a la gubernatura de Quintana Roo, Laura Fernández Piña, quien llegó a la Cámara de Diputados con la marca del tucán y muy pronto, preparándose para esta disputa, saltó a la bancada del PRD.
Mientras tanto los perredistas dicen que Laura Fernández se encuentra a menos de 10 puntos de distancia de Mara Lezama y que los votos ocultos e indecisos no serán morenistas y harán el milagro.
Lo cierto es que la candidata del PRD y del PAN es tan camaleónica como representativa de esa generación de políticos que, sin rubor alguno, un día son de la 4T y otro sus opositores. Fue del PRI. Después de Morena y del PVEM y hoy perredista con apoyos azules.
Laura Fernández no es la única que arrastra en la elección de Quintana Roo ese sello que se profundiza en México: el chapulineo por las candidaturas regateadas. También el representante de Movimiento Ciudadano, el senador con licencia José Luis Pech Várguez mudó de partido cuando perdió en la encuesta estatal de Morena.
De manera que a la hora de jalar votos, ambos camaleones podrían sumar a los militantes de sus expartidos y a sus exgobernados. Ella, en Puerto Morelos, y él, en Chetumal, donde fue alcalde.
Habrá que esperar el saldo de las urnas para confirmar el peso de las lecciones que deja la contienda en Quintana Roo y que deberían prender las alarmas de todos los jugadores que ensayan sus estrategias hacia 2024.