Hostigamiento laboral en Derechos humanos; piden intervengan diputados
Denuncian hostigamiento laboral en Derechos Humanos llega a la nueva Legislatura
Javier Chávez
A los pasillos de la nueva Legislatura del Congreso local ha llegado un oficio por incorregible hostigamiento laboral emprendido impunemente por Georgina Magdalena Rodríguez Gutiérrez – titular del Órgano Interno de Control de la Comisión de Derechos Humanos de Quintana Roo– contra uno de sus subordinados: Omar España Díaz, Subdirector adscrito a este Órgano Interno de Control.
Un documento con la misma queja fue presentado por el abogado chetumaleño Omar España a la Oficialía de Partes de la anterior Legislatura el pasado 19 de agosto, sin recibir respuesta. Lo que más llama la atención es que el del grave y absurdo problema ha sido enterado desde el inicio Felipe Nieto Bastida, encargado de las riendas de esta Comisión que carece de autoridad moral para intervenir ante casos de violación de derechos humanos en patio ajeno, ya que permite uno en casa.
Así lo explica Omar España en su escrito:
“El hecho de presentar este nuevo documento ante la H. XVII Legislatura, se debe a que la actitud de discriminación y presunción prevalece, en el sentido de que no se ha generado una respuesta a mi reclamo de derechos humanos y constitucionales que me exima de haber incurrido en alguna falta administrativa y que, en consecuencia, permita mi labor cotidiana con eficiencia y profesionalismo”.
Expone que fue turnada al Oficial Mayor de la Comisión “un acta administrativa firmada por la titular, la directora y la subdirectora del Órgano Interno de Control, donde se me acusaba de tener actitudes que ´retrasan y obstruyen el cumplimiento de responsabilidades de este Órgano Interno de Control´. Esta acta administrativa contiene las firmas de Guadalupe Desireé Pastrana Sánchez y María Valeria Interián González, directora y subdirectora, quienes firmaron como testigos de asistencia de un evento jurídico donde se redactó esta acta, del cual nunca me hicieron conocimiento, en violación flagrante de la legalidad laboral”.
La agresión ha llegado a tal extremo que lo despojaron de una computadora, esencial para sus funciones. Hasta ahora no le han dicho cuándo podrá contar de nuevo con el equipo de cómputo, mientras la carga de trabajo es incesante y “los asuntos de carácter jurídico que llegan al Órgano Interno de Control requieren soluciones en términos reales”.
Así lo manifiesta Omar España:
“Representa también una serie de actos hostiles que intentan amedrentar y consumir emocional e intelectualmente a mi persona, con la intención de vulnerar mis derechos más elementales como ciudadano y servidor público, puesto que siempre he cumplido en tiempo y forma con las encomiendas que se me han asignado, así como también excluyéndome de utilizar los elementos e información que estaban a disposición de todos los que ahí trabajamos, justo después de haber ejercido mi derecho de petición”.
Y culmina:
“Acudo a esta H. Legislatura para que tomen las acciones pertinentes que permitan que cese este hostigamiento laboral que he sufrido durante ya varios meses, lo que facultará a esta Legislatura a evaluar si el perfil de la persona que ocupa la titularidad del Órgano Interno de Control de la Comisión de Derechos Humanos de Quintana Roo es el idóneo como para seguir en éste…”
Lo absurdo es la pasividad de Felipe Nieto Bastida, Primer Visitador que permanece como encargado de la Comisión Estatal de Derechos Humanos y permite esta absurda agresión laboral en el santuario de la defensa de los derechos humanos.
¿Quién se atrevería a acudir a esta Comisión que no predica con el ejemplo? La pelota está en la cancha de la nueva Legislatura y cae en la zona de Guillermo Brahms González, diputado del Verde Ecologista y presidente de la Comisión de Derechos Humanos.
Hasta ahora el Oficial Mayor de la Comisión, Erick Armando Poot Alcocer, sigue sin entregar una copia de su «acta administrativa» solicitada por España Díaz, atendiendo la petición hecha por la titular del Órgano de dirigirse directamente al Oficial Mayor.
Incluso el funcionario sigue recibiendo instrucciones de manera verbal, sin contar con el equipo indispensable para su desempeño.