Santa Juliana
Uno de los hechos más característicos, es la discusión que tuvo la santa con el demonio, el cual, disfrazado como un ángel de luz, trataba de persuadirla para que accediese a los deseos de su padre
Hoy en nuestra sección de esoterismo hablaremos sobre Santa Juliana de Nicomedia. Nació en el 285 en Nicomedia; su padre, Africano, era un pagano que llegó a convertirse en perseguidor de los cristianos y su madre era agnóstica. En su tierra conoció a un enardecido predicador en una calle de su ciudad e inmediatamente había decidido convertirse al cristianismo. Juliana se hace bautizar en secreto y se entregó enteramente a Cristo, desechando el matrimonio.
El joven senador Eleusio quiso casarse con Juliana y el padre concertó el matrimonio entre el senador y la joven, comprometiendo su honorabilidad. Ésta recibió al pretendiente pero, cuando se concretaron los acuerdos matrimoniales. La condición que puso fue que no lo aceptaría hasta que no llegara a ser juez y prefecto de la ciudad. Pero el joven lo logró, por lo que ella le puso otra condición: hacerse cristiano.
Ante esto, Eleusio puso al padre al corriente y éste la azotó. Eleusio la sometió a tortura, con estaño derretido y fuego, y fue encarcelada. Cada día, al mediodía, la joven de 17 años era arrastrada al exterior de su celda, donde se la sometía que estaban orientados a que la víctima renegase de su fe aunque.
Un día le ataron una cuerda a sus largos cabellos y la dejaron suspendida del techo, bajándola de tanto en tanto para que se recuperarse momentáneamente. Al día siguiente, la desnudaron completamente para derramar pequeñas cantidades de plomo derretido sobre las partes más sensibles de su cuerpo. Al otro día, su carne fue desgarrada con ganchos metálicos y, para al siguiente, quemaron con antorchas las heridas abiertas.
Satanás se le apareció a Santa Juliana como un ángel de luz con el propósito de persuadirla de que todo a lo que había renunciado en este mundo era bueno. Ella sospechó por el mal olor que provenía de él y lo ató con una cadena oxidada cadena.
El 16 de febrero del año 304, en su decimoctavo cumpleaños, fue arrastrada una vez más al patio de la prisión y supo que iba a morir. Juliana se arrodilló en el suelo y fue decapitada.