Ambición inmobiliaria convierte zona costera yucateca en otro Cancún

Desde 2007, pobladores de Telchac Puerto; alzaron la voz “no queremos convertirnos en otro Cancún; alto a la brutal devastación e invasión en la zona costera“; pero a pesar de esos “gritos” y de estudios por especialistas, el sector inmobiliario se opuso defendiendo que los estudios y la postura de la gente eran una amenaza a la propiedad privada y las autoridades guardaron silencio, como dándole la razón a los grupos inmobiliarios.
Y como tomando la delantera, atajando las iniciativas, empezaron a promocionar para venta o renta residenciales de lujo, a inversión mientras los construyen y además cerrando accesos a las playas, a casi dos mil habitantes del lugar. Cabe destacar que con el otorgamiento de los permisos de las autoridades, federales, estatales y municipales, empezaron acelerar la edificación de edificios de desarrolladores inmobiliarios de lujo en las playas en Yucatán.
Por eso ante tal situación que se agravó, pobladores del lugar recolectaron firmas para pedir intervención del gobierno del Estado y nunca llegaron las sanciones. Tal situación con el objetivo de frenar el avance de los grandes desarrollos llamados ecoturísticos, elaboraron un Programa de Ordenamiento costero en Yucatán.
Del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinvestav), Ana García Silberman, describió el crecimiento de la urbanización por parte de grupos inmobiliarios como ‘brutal’. Y desde el 2007, junto con un equipo, encabezó la elaboración del Programa de Ordenamiento Ecológico del Territorio Costero del Estado de Yucatán.
Revela que: “Para entonces, lo hicimos siguiendo los lineamientos oficiales que se establecen y con la lógica de los ordenamientos, es decir, minimizando el daño costero. Trabajamos sobre procesos fundamentales como no rellenar los manglares y evitar la erosión costera, entre muchos otros aspectos”, recordó.
También en la elaboración del Programa estuvieron involucrados académicos del Cinvestav, de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), de los Tecnológicos de Conkal y Monterrey.
Los expertos priorizaron la fragilidad del ecosistema de la zona costera del estado. Para evitar la erosión enfatizaron en proteger la duna de la deforestación, ya que se trata de una formación de arena cubierta por vegetación que preserva ecosistemas ante huracanes y tormentas tropicales. Para proteger la arena del ecosistema, el documento estableció que las construcciones “ya autorizadas” debían alejarse como mínimo 60 metros de costa y respetar la duna. Además, los edificios no podrían tener una altura mayor a los siete metros.
Sin embargo, el sector inmobiliario hasta el día de hoy en pleno 2025 lo ha ignorado. Precisa que a pesar de los logros que se consiguieron con este ordenamiento territorial, en 2014 se modificó y uno de los cambios consistió en que, desde ese año, cada municipio es libre de aplicar o no dicho instrumento. “Cuando hicimos la consulta para la creación de estos documentos, participaba más la población local y tenían una petición clarísima: no queremos convertirnos en otro Cancún. Eso estaba en voz de todos”, describió.
“En este momento hay un Ordenamiento Territorial indicativo que no sirve. Ahora en la costa pueden construir donde quieran, con la altura que quieran y eso es lo que estamos viendo el Telchac Puerto”, reiteró. Cabe destacar que el negocio del siglo, no cabe duda, es el inmobiliario, aunque se afecte el hombre mismo y la vida de cientos de pobladores y ejidos; el bisne es el bisne y la corrupción está sobre todo.