¿Qué pasa en Quintana Roo?
Bien dicen por ahí que cuando los pueblos comienzan a desconfiar de los gobernantes, es la hora de poner las barbas a remojar. Yo no se si la Señora Mara Lezama tenga las ganas de explicarles a los quintanarroenses lo que ha venido ocurriendo en el estado más turístico del país, porque las cosas no están para repartir sonrisas, y mucho menos para decir que “vamos bien”. Algo está ocurriendo y creo que es la hora de que muchos comenzaran a hurgar en los sucesos que se han venido presentando en los últimos tiempos.
La noticia de que un hombre y un bebé murieron tras una balacera en el paraíso de Cancún ha conmocionado a la opinión pública. Los hechos sucedieron en el fraccionamiento Paseos del Mar, donde también una mujer resultó herida. No son tan recurrentes este tipo de sucesos, pero habrá que señalar que hasta ahora las cosas no van bien en materia de Seguridad Pública, y que los pobladores de la zona turística han comenzado a desconfiar hasta de los propios elementos de la Seguridad Pública del Estado.
Lo peor de todo es que en un ataque armado en una sucursal del BBA del Mercado 28 a donde llegaron elementos de los tres órdenes de gobierno para realizar un operativo al recibir una llamada del 911 reportando detonaciones por arma de fuego en el Banco mencionado en la intersección de las avenidas Tankah y Xpuhil, donde un hombre resultó muerto cuando fue interceptado por sicarios que le dispararon en múltiples ocasiones.
Mientras la Gobernadora del Estado reparte sonrisas, la muerte está llegando a niveles de horror en Quintana Roo, y hasta ahora son los elementos de la Guardia Nacional, la Marina y el ejército Mexicano los que tienen que sacar la cara para poder mantener la seguridad pública porque pareciera que las cosas se ponen bastante difíciles en torno al fenómeno delincuencial que hasta hora sigue viento en popa.
Algo raro está ocurriendo en Quintana Roo con esta andanada delincuencial que hasta ahora ha venido preocupando no tan solo a los quintanarroenses, sino al propio Gobierno de la Republica que hasta ahora no se ha dado abasto para mantener a raya a la delincuencia organizada, simplemente porque la brillante estrategia de Abrazos y no Balazos ha venido decayendo y por desgracia ya no está funcionando.
Pobre país, pobre MEXICO, pobres mexicanos que todos los días salen a trabajar con el temor de que algo les ocurra, pero sobre todo que también dejan a sus familias sin protección porque la inseguridad está a la orden del día, y por desgracia las cosas no están saliendo bien y las hordas delincuenciales hasta ahora siguen manteniéndose a la alza. Pobre estado de Quintana Roo, el paraíso de America convertido en uno de los lugares más peligrosos del país. Al tiempo.
