QUE ASCO DE GOBIERNO
Sin lugar a dudas no existe parangón que se pueda asemejar a lo que desde la llegada de Claudia Sheimbaun a la Primera Magistratura ha venido ocurriendo. Ayer le señalé a usted que el chofer de la gobernadora de Tlaxcala fue designado juez en Tlaxcala, para que vea usted la estupidez hecha gobierno con un juez que ni siquiera conoce los más elementales códigos de actuación para la impartición de la justicia, esa que en adelante ya no existirá porque la Cuarta Transformación la ha desechado.
¿Un juez que era chofer es quien de ahora en adelante estará haciendo justicia? Y lo tengo que decir con todas sus letras: “no tienen ni tantita madre, y siguen destruyendo al país. Y lo peor de todo es que hasta ahora esas grandes multitudes de hombres y mujeres que están en todas partes del país, no han reaccionado ante la devastación de nuestra democracia y los pilares fundamentales del Estado de Derecho.
Lo peor de todo es que ese desenfreno gubernamental fue diseñado por Andrés Manuel López Obrador, quien hasta ahora ha venido guardando silencio sabedor de que en cualquier momento el vulgo podría despertar, y por consecuencia organizarse para hacer trizas los planes que ha venido manteniendo Andrés Manuel López Obrador para alzarse con el Poder durante mucho tiempo.
Los mexicanos no podemos hacernos tontos ante la evidencia, y mucho menos cuando la estabilidad de nuestro país está en riesgo de sufrir un colapso que marcaría un antes y un después en nuestro devenir histórico, que nos llevaría en un tris a una conflagracion de previsibles consecuencias de violencia nunca antes vista en los últimos tiempos de nuestro sistema democrático.
Lo peor de todo es que quien va a detentar la culpa de la descomposición es la señora Claudia Sheimbaun Pardo, quien ha sido la Primera Presidenta del país no por méritos propios, sino por la decisión de Andrés Manuel López Obrador quien de forma aviesa se ha convertido en el poder tras el trono, que afecta a más de ciento veinte millones de habitantes, y quien verdaderamente está tomando las decisiones.
Lo peor de todo es que la Sociedad Civil Organizada no cuenta con un peso específico como antaño, porque ha sido desarticulada con el proyecto de transformación que nos vendieron, y que ahora es parte del problema. De no reaccionar esa misma sociedad, estaremos ante la posibilidad de un estado fallido y una convulsión social que es la que necesita Andrés Manuel López Obrador para alzarse con el poder nuevamente. Al tiempo.