Por qué Raúl Ojeda no será candidato
Sin Remitente
Aunque quiere y está en su derecho, Raúl Ojeda no será candidato de Morena al gobierno de Tabasco en la elección del 2024 por una sola razón: no cuenta con el respaldo político ni moral del presidente Andrés Manuel López Obrador. De hecho, todos los tabasqueños que están en el ánimo del Presidente lo acompañan y ocupan cargos públicos relevantes en el gobierno federal de la Cuarta Transformación. O hasta han sido designados como gobernadores interinos.
Sin engaños, es el Presidente el que decidirá al próximo gobernador de Tabasco y de ninguna manera será alguien distante o que no le garantice lealtad incondicional a él y al proyecto de la Cuarta Transformación, y Raúl Ojeda no es de los más cercanos ni menos goza de los afectos y confianza del Presidente. Los más cercanos, amigos y hermanos del Presidente son el secretario de Gobernación, el director de Pemex o de Fonatur, por ejemplo, y están en el gabinete.
El tres veces candidato perdedor al gobierno por el PRD se quedó esperando para integrarse al gabinete y así concluirá el sexenio. No le dieron ni una delegación federal para sentirse por lo menos parte del gobierno de la cuarta Transformación en Tabasco, y está consciente que la presidencia del Consejo Político de Morena que contaminó con sus aspiraciones, fue solo circunstancial.
Raúl Ojeda sabe que el respaldo que pueda tener del secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, que tampoco dilapidará su capital político por conseguirle su cuarta candidatura, no basta si no se tiene el consentimiento del Presidente.
Antes que Raúl Ojeda hay más aspirantes que sí tendrían el consentimiento del Presidente bajo las reglas que vaya indicando, para ser candidato o candidata al gobierno. Están con él en su gobierno o son gobierno.
Raúl Ojeda, por si no bastara, dejó su autoridad moral por los suelos tan solo por su paso como secretario de Gobierno del cuestionado Arturo Núñez Jiménez, y haber renunciado antes de concluir su administración no lo exime de su responsabilidad. Al contrario: lo desacredita para hablar siquiera de la 4 Transformación.
Si bien las encuestas importan solo para acreditar al que sea postulado, no es necesaria para ganar la elección ya ganada de facto desde ahora en Tabasco con el candidato que sea de Morena. El bono político dará para eso y más en la próxima contienda.
Las encuestas le sirven a los aspirantes al gobierno solo en la medida en que estén en el ánimo del Presidente, y Raúl Ojeda no lo estuvo, no lo está ni lo estará nunca. Su momento pasó y fue en los tiempos en que el PRD le dio la oportunidad de ser candidato tres veces, y perdió. Lo mejor que puede hacer, en vez de alimentar falsas expectativas, es tratar de reivindicar su posición como presidente del Consejo Político Estatal de Morena para que, por lo menos, se gane el respeto y quizá lo integren a la lista de diputados plurinominales. Es para lo que le alcanza. Nada más.
