No sabe leer pero sabe robar
Por: Vladimir Galeana Solórzano
Nunca antes en este país la mendicidad fue credo en quien detenta el poder. Hasta ahora el Presidente de la Republica, Andres Manuel López Obrador, sigue empecinado en seguir destruyendo las instituciones que durante mucho tiempo hemos formado y conformado los mexicanos de todas las latitudes de de este aún maravilloso país, que pese a todo resiste y seguirá resistiendo los embates de quien se piensa predestinado para mantenerse en el poder. Que quede claro, su lucha no es democrática, aunque lo señale a los cuatro vientos como se dice en el argot popular.
Su verdadera lucha siempre ha sido el control y la acumulación de riqueza, y su engaño de que solamente portaba un billete de cien pesos en su billetera, fue la estratagema para aquellos que le creían y que le siguen creyendo, aunque ahora en un reducido número de mexicanos. Nunca antes llegó a la Secretaria de Educación Publica una mujer que ni siquiera alcanza el mínimo de educación porque hasta ahora hemos comprobado que ni siquiera sabe leer, pero lo que sí sabe, y lo sabe hacer muy bien, es robar, hurtar, apropiarse de lo que es de todos los mexicanos de manera cínica porque cuenta con el apoyo del sátrapa de Palacio Nacional.
Ahora que es candidata a la gubernatura del Estado de México por el Movimiento de Regeneración Nacional han salido a la luz pública los hechos delictivos que protagonizó en el corto tiempo que estuvo a cargo de la dependencia encargada de la educación pública de este país. Y como la inteligencia no es una de sus cualidades personales, de la manera más burda destinó trece mil quinientos cuarenta y nueve millones de pesos al programa de ““La Escuela es Nuestra”, pero hasta ahora no se ha encontrado un solo registro de ese cuantioso gasto con dinero de los mexicanos, y mucho menos los presuntos documentos que señalen su destino.
La propia Auditoría Superior de la Federación no ha encontrado rastro alguno en los documentos contables de la dependencia, pero tampoco ha encontrado las presuntas mejoras que se realizaron en los planteles que supuestamente recibirían ese beneficio. Y lo peor es que hasta ahora no existen registros de la presunta compra de equipos, y lo único que se ha encontrado son supuestos pagos realizados por partida doble a personas que fallecieron hace mucho tiempo. Vaya con la honorable y presunta maestra que tanto alaba el Primer Mandatario, ¿o será porque le toco una buena tajada de esa brutal cantidad de millones de pesos?
Para el Mandatario de este país, todos sus colaboradores son buenas personas, y tienen la cualidad de ser honestos. Y son honestos simplemente porque el señor López Obrador piensa que su palabra es ley, cuando los mexicanos de todas las latitudes de este gran país ya sabemos y conocemos la historia de su presunta “honestidad” que no es otra cosa que el escudo para ocultar las consecuencias de sus miles de hechos delictuosos que ha protagonizado a lo largo de su carrera politica.
Andres Manuel López Obrador y Delfina Gomez son un par de ladrones, y no lo digo yo, lo dicen los documentos y la disposición de enormes cantidades de dinero que es de los mexicanos, y más cuando no existen los documentos que avalen las presuntas compras y las presuntas obras que se realizaron en el universo de los diversos planteles que se realizan por parte de la Secretaria de Educación Publica. Nunca antes un sujeto hurto tanto dinero en el gobierno mexicano como lo ha hecho Andres Manuel López Obrador. Nunca antes los hijos de un Presidente de la República fueron tan ladrones. Pero en este país existe la justicia, y los mexicanos seguiremos esperando la hora de hacer justicia, porque son delitos que no prescribirán al menos en los siguientes cinco años. Al tiempo. [email protected]
Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con cincuenta años de experiencia en diversos medios de comunicación.