LOS MALQUERIENTES DE NOROÑA
Nunca los malquerientes de Enrique Peña Nieto tuvieron un número tan avasallador como el que se ha construido el señor Gerardo Fernandez Noroña. De verdad que es un sujeto que hasta hora sigue siendo uno de los políticos más odiados y vituperados por mucho que el mismo haya pensando alguna vez que le gustaría competir por la Presidencia de la Republica.
Pero habrá que desengañarlo, porque no tiene ni siquiera el cinco por ciento de posibilidades de que los mexicanos le otorguen votos para intentar competir siquiera en las internas del Movimiento de Regeneración Nacional, donde desde luego terminaría entre los menos votados, y por si no lo ha entendido, pues que se aviente para que vea que el ridículo es su principal piso.
No soy un malqueriente de Gerardo Fernandez Noroña, pero conozco la clase de cucaracha venenosa que has sido toda su vida extorsionando, robando, y hasta hacerse de un chalet en Santo Domingo que quien sabe como lo consiguió, porque nunca en su vida ha trabajado, pero si de algo tiene mucha experiencia, es de la extorsión, esa que ha practicado durante toda su vida.
Y vaya que Don Gerardo es persistente, porque él está seguro de que si puede competir para alcanzar la candidatura a la presidencia de la República, simplemente porque quiere al menos pasar a la historia reciente del país, para ser mencionado en los libros de historia, pero da la casualidad de que su alta investidura como enviado del gobierno mexicano a Europa, ni lo pelaron, porque los asistentes decidieron salirse ante la poca calidad del enviado de MEXICO.
En lo personal no se quien lo haya escogido como representante de este país, porque caray, este país tiene infinidad de hombres y mujeres que pudieran representar a los más de ciento veinte millones de mexicanos que habitamos todos los rincones de este suelo patrio, al que algunos, como es el caso de Fernandez Noroña, no tienen estatura para representarlo.
Pobre sujeto, los diputados europeos prefirieron salirse del recinto porque la Mandataria decidió enviar a un sujeto de quinta categoría a dialogar con ellos. ¿Ese es el nivel de la diplomacia Mexicana? Que estupidez de la Presidenta de la República de enviar a un sujeto de esta calaña, cuando tenemos uno de los cuerpos más representativos de la diplomacia, pero teníamos que ser la mancha de la Señora Sheimbaum. Que jodidos están. Así de simple. Al tiempo.
