LEVANTON EN BACALAR
Por: Vladimir Galeana Solórzano
Sin lugar a dudas la delincuencia organizada ha llegado a la Capital de Quintana Roo. Y por desgracia, en materia de Seguridad Pública, el gobierno de Mara Lezama está adoleciendo de elementos preparados para disuadir a las organizaciones criminales, y proteger a los ciudadanos de los futuros embates que tendremos que soportar los simples ciudadanos, porque hasta ahora hemos estado a merced de la delincuencia.
La historia de estos días es que Francisco P. R. de cuarenta y tres años de edad, fue levantado la noche del martes por un grupo de individuos vestidos con uniformes militares. Los integrantes del grupo irrumpieron en su vivienda en la comunidad de Kuchumatan, en Bacalar. Y esta circunstancia es atípica porque hasta ahora no se había presentado un suceso de esta índole que reafirma lo que muchos han mencionado acerca de la presencia de las bandas del crimen organizado.
El secuestrado es un hombre de origen guatemalteco y estaba ayudando a su esposa doblando hojas de plátano para la preparación de tamales, y el pib que también pensaban venderían. Y ese evento es algo inusitado ya que Bacalar ha sido hasta ahora un sitio en el que no se presentan actos delincuenciales, y mucho menos levantones de personas. Ojalá esto no sea el inicio de una embestida delincuencial.
La propia esposa del hombre que fue secuestrado, informó que un comando armado que no llevaba placas en los vehículos que utilizaron, y mucho menos logotipos gubernamentales, se presentó en ese lugar a bordo de una camioneta blanca, cabina y media cuatro por cuatro, llevando ocho individuos que descendieron de la camioneta vestidos de militares y portando armas largas.
Resulta inusitado un evento de este tipo, porque en la zona son pocos los delitos que se presentan y esto puede ser el inicio de una intentona por controlar la plaza y someter a los habitantes de Bacalar a sus designios. Algo tendrá que hacer la gobernadora Mara Lezama antes de que Bacalar se convierta en un santuario de la delincuencia.
Ojalá la gobernadora Mara Lezama tome en cuenta este tipo de eventualidades para hacer un diagnóstico para la defensa de los ciudadanos, y sobre todo de la Capital del Estado que hasta ahora ha mantenido su tranquilidad, aunque también ya hayan comenzado los asaltos a transeúntes. Si esta región se convierte en un santuario de la criminalidad, se terminara la tranquilidad de que hasta ahora ha gozado la Capital del Estado de Quintana Roo. Al tiempo.