La última pendejada
Aún no se concluye la obra del tren Maya y los cimientos que se colocaron se caen a pedazos porque hasta ahora se ha probado y comprobado que los materiales utilizados han sido de una calidad brutalmente baja e inservible para alcanzar los estándares de calidad que se requiere en una obra de ese tipo, y por desgracia esa calidad de los materiales que se han empleando, no sirven para un carajo a decir de los especialistas que han acudido a supervisar lo que se ha hecho.
Aún no concluye la megaobra que supuestamente pondría a este país a competir con otras naciones en cuanto a la calidad de los servicios que se brindarían a los usuarios, y a velocidades como las de los trenes europeos, pero desde ahora las cosas están saliendo muy mal en cuanto a la calidad de los trabajos, las interrupciones en los caminos, y los retrasos en las vías, por lo que los ingenieros y demás personal que han estado haciendo su trabajo, han constatado que los materiales son de ínfima calidad, lo que indica que el desastre está a la vuelta de la esquina.
Aún no concluye la obra del Tren Maya, y por desgracia los cimientos que se construyeron se están cayendo a pedazos. Y esta circunstancia no es nueva, porque todas la obras que se han realizado en el actual régimen de Andrés Manuel López Obrador, tienen los mismos componentes, y por consecuencia la misma resultante, es decir, que hay que rehacer muchos tramos de las obras porque también se han presentado hundimientos, aquellos que los espeleólogos advirtieron que podrían colapsar.
Los mexicanos no podemos quedarnos callados, porque el Tren Maya está resultando todo un fracaso, y un fiasco, y es que no únicamente se trata de recomponer las continuas fallas en el sistema, la poca presencia de turistas, o al ecocidio descarado que se está provocando, sino más bien, a las fracturas estructurales de la obra, mismas que ya causaron el colapso de una parte del tramo 6 y que inclusive, han obligado a que la inauguración final del capricho obradorista haya sido postergada hasta julio próximo.
Y no se trata de criticar por el simple hecho de hacerlo, porque después de tanto dinero que los mexicanos hemos invertido en los caprichos de Andrés Manuel López Obrador, tenemos que obrar en consecuencia y presentar masivamente las denuncias acerca de lo que ha venido ocurriendo, y llegar hasta la presentación de denuncias penales por los hurtos y la corrupción ión que se ha detectado en la construcción del Tren Maya.
Mexico no merece que un sujeto que quizá si esté desestabilizado mentalmente como siempre se ha dicho, lo sigan llevando al desfiladero con obras que hasta ahora lo único que han mostrado es que tomaron a los perores ingenieros, a los peores especialistas, a los peores corruptos del país como han sido los hijos del Presidente de la Republica, y al peor corrupto que no es otra cosa más que el Presidente de la Republica, Andrés Manuel López Obrador. Al tiempo.