LA PRESIDENTA QUE NO LO ES
Por mucho que se diga que la Señora Claudia Sheimbaum Pardo es la Presidenta de este aún maravilloso país, la realidad muestra y demuestra que ella no es quien detenta el poder del Estado, porque sigue recibiendo instrucciones desde Palenque. Que triste que un país como el nuestro haya llegado a esta circunstancia en la que una persona distinta es la que toma las decisiones mientras la señora Sheimbaum tiene que hacer mutis y quedarse callada.
Muchas veces he señalado en este espacio que durante los siguientes seis años estaremos viviendo un Maximato como ocurrió en el año de 1928 con el gobierno de Emilio Portes Gil como Presidente interino del país, hasta el uno de diciembre de 1934, con el inicio del gobierno de Lazaro Cárdenas. Ese periodo se caracterizó por la influencia de Plutarco Elias Calles en la política del país, a quien denominaban con el apodo de “Jefe Maximo de la Revolución”.
Y por desgracia ahora tendremos que soportar una circunstancia similar, porque por mucho que se diga que la señora Sheimbaun es la Presidenta del país, siempre estará pendiente de las instrucciones que le señale el ahora exmandatario avecindado en Palenque, Chiapas, donde por cierto le ordeno a la señora Sheimbaum la Construcción de un nuevo Hospital con solamente doce camas para cualquier eventualidad con la salud del exmandatario.
Pero también habrá que señalar que quienes fueron beneficiados han sido los habitantes de ese poblado, ya que con fondos federales se han realizado diversas obras para que Palenque deje de ser un miserable pueblo y se convierta en una gran y hermosa ciudad para que no tan solo sea disfrutada por el señor Andrés Manuel López Obrador, sino también por los palenqueños, que estarán muy agradecidos con el prócer de la Cuarta Transformación por haberles regalado una nueva y hermosa ciudad.
Por eso me atrevo a señalar que nuestra realidad es distinta a la que estaremos concibiendo en lo sucesivo, porque por mucho que se afane la Señora Sheimbaum, en lo personal no creo que se atreva a distanciarse del Prócer de Palenque, quien hasta ahora es el que sigue enviando instrucciones a diversos miembros del gabinete para que realicen algunas tareas que puedan servir para seguir alimentando la brutal fortuna de sus muy queridos hijitos.
No cabe duda que cuando el poder se distorsiona, como es el caso de lo que estaremos viviendo los mexicanos en los siguientes años, bien merecido lo tenemos, porque nunca supimos defender esa incipiente democracia de la que nos hemos sentido orgullosos, y que por desgracia, ahora los excesos de un presunto tirano en ciernes nos enseñará a tener un poco de piedad para aquellos que fueron engañados, y que son los responsables de no saber o prever lo que vendría para hacernos entender que por desgracia ahora seremos los protagonistas del segundo Maximato en la Historia de este aún maravilloso país. Así de simple nuestra circunstancia. Al tiempo.