EXPLOTACIÓN DE MENORES DEBE SER DELITO DE LESA HUMANIDAD
Por: Vladimir Galeana Solórzano
En lo personal creo que nuestros impolutos representantes populares no están haciendo bien su tarea, porque en los tiempos que vivimos es necesario dar una muestra de que “el que hace la tiene que pagar”. Este país no puede seguir funcionando con leyes anacrónicas que han sido adaptadas al paso de los tiempos, y muchas se han quedado en simples enunciados que por desgracia son fáciles de evadir.
Los crímenes de Lesa Humanidad son todas aquellas violaciones graves del Derecho internacional que lesionan a la humanidad, aunque materialmente se hayan afectado únicamente los derechos de un grupo de personas. Pero también se debe destacar que cuando se comete una serie de hechos como parte de un ataque generalizado o sistemático contra la población civil en general o contra parte de la misma.
Hasta ahora también se consideran como delitos de lesa humanidad la pertenencia a un grupo o colectivo perseguido por motivos políticos. Pero cuando llega un gobierno como el encabezado por Andres Manuel López Obrador, de tinte totalitario, las leyes no se aplican, y lo digo porque formo parte del grupo de los periodistas que hemos sido apartados de los medios en que trabajamos, y que además hemos sido perseguidos por motivos políticos, es decir, porque criticamos los excesos del poder.
Pero también son delitos de lesa humanidad por pertenecer la víctima a un grupo o colectivo perseguido, (como todos los periodistas) por motivos políticos, raciales, nacionales, étnicos, culturales, religiosos, de género, discapacidad u otros motivos universalmente reconocidos como inaceptables con arreglo al derecho internacional. Pero eso le vale al inquilino de Palacio Nacional, lo mismo que nos valerá a nosotros cuando hagamos la reseña de todo,lo que se ha robado él y sus queridos hijitos.
Pero regresando a la explotación infantil, se incluye tanto el trabajo forzoso y la explotación sexual, el reclutamiento de niños o la esclavitud doméstica. La mala noticia es que en el mundo, existen ochenta y cinco millones de niños y niñas que son víctimas de alguna forma de la explotación infantil. Y ese es un término que incluye tanto al trabajo forzoso hasta la explotación sexual.
Lo peor de todo es que en los tiempos que vivimos se vuelve a presentar la esclavitud, y no hay que ir muy lejos para observarla, baste señalar que en el mundo ochenta y cinco millones de niños y niñas son víctimas de alguna forma de la explotación infantil, y esta circunstancia se trata de una de las violaciones de derechos humanos más graves que los adultos pueden ocasionar a las niñas y niños de estos tiempos. Al tiempo