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Entrenamientos tardíos

Entrenamientos tardíos

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Por: Vladimir Galeana Solórzano

Sin lugar a dudas cuando la mula es mala, las patadas son su último recurso. Y eso es lo que ha venido sucediendo en Cancún después de que la criminalidad se ha hecho presente y ha sentado sus reales en el paradisíaco lugar, que hasta ahora sigue siendo administrado por Ana Patricia Peralta, quien hasta ahora ha venido dando tumbos como se dice en el Argot popular, o para decirlo mejor, hay veces que las ideas no se le dan.

Y no se trata de evidenciar a la munícipe, y mucho menos culparla, pero debiera comprometerse un poco más con sus gobernados que fueron quienes emitieron los votos que la llevaron a convertirse en Presidenta Municipal. Cuando escuchamos en boca de ella misma, relatándo cuentas alegres de su presunto gobierno, y que además habla de récords nunca antes obtenidos, no sé si piensa que los quintanarroenses son estúpidos o necios.

En lo personal creo que cualquier gobernante miente con tal de mantener una supuesta alta aceptación, o bien utiliza a los medios de comunicación para hacer propaganda, lo que desde luego sale del bolsillo de los cancunenses, y eso quiere decir que hay muchos hechos que se esconden en la parafernalia discursiva con tal de “entregar buenas cuentas”.

Pero bien dicen los enterados que cuando existen indicios de un desarrollo urbano desordenado, sin lugar a dudas la consecuencia no puede ser otra que la anarquía en diversos temas de la gobernanza ciudadana. Una sola pregunta pondría en aprietos a la munícipe, y no es otra cosa que: ¿consideras que la seguridad pública es buena en Cancún? Pero no se trata de poner en un predicamento a Doña Ana Patricia Peralta, porque así está casi todo el país.

Pero hay que decirlo con todas sus letras, porque quienes vivimos en cualquier lugar de Quintana Roo, resulta que hasta ahora el mayor problema de los ciudadanos es la seguridad pública, y esa circunstancia es uno de los mayores retos no tan solo para la munícipe, sino para la Gobernadora Mara Lezama. Es más, la tranquilidad de Chetumal ha desaparecido, porque ya existen expresiones que están copando varios territorios, y en alguna ocasiones el derecho de piso es muy alto.

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Yo espero que tanto Mara Lezama, como Ana Patricia Peralta, puedan establecer un freno a esa delincuencia organizada que hasta ahora ha venido fortaleciéndose día a día. Y creo que pedir que la Guardia Nacional se encargue de vigilar al turismo, puede ser un paliativo para quienes tengan temor de salir por esos índices delincuenciales que han venido creciendo en el paraíso de este país. Al tiempo.

rita


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