EL NUNCA ANTES Y EL AHORA


Sin lugar a dudas podemos hacer señalamientos puntuales del antes, y el ahora en este país. Y no se trata de desentrañar el pasado lejano, se trata de poner en el contexto lo que hemos estado viviendo con la mal llamada Cuarta Transformación, una de las etapas más negras de la historia de este país, y una de las más corruptas que hayamos tenido en los últimos sexenios que hasta ahora siguen siendo gobierno.
La pregunta que yo me hago es: cuantos años seguirán saqueando los miembros de esa caterva de ladrones apellidados “López Beltran”. Porque como quiera que sea el señor Andrés Manuel López Obrador ya se ha ido a vivir en Palenque, y desde luego que de los caudales públicos que reparte la Señora Sheinbaum, la mayor parte seguirá siendo para Andy, lo quiera o no lo quiera la Señora Sheinbaum.
Mire estimado o estimada Lector o Lectora, llevo muchos años reseñando lo que ocurre en el espectro político, y nunca antes se hurtaron las caudales públicos con tanta suficiencia como ha venido ocurriendo desde la llegada de Andrés Manuel López Obrador al Poder, y desde luego que desde la llegada de la Señora Claudia Sheimbaun Pardo, quien hasta ahora sigue el mismo camino del hurto de los caudales públicos.
El problema real no son los hurtos de los caudales públicos, es la indiferencia que hasta ahora han mantenido los mexicanos de todas las latitudes de este aún maravilloso país. Francamente no entiendo la pasividad de los mexicanos ante el descarado hurto del dinero que es de los propios mexicanos, esos que debieran convertirse en palanca del desarrollo y que por desgracia se están quedando en la pandilla de ladrones en que se ha convertido el Gobierno Mexicano.
Pero bien dicen por ahí que los pueblos tienen los gobiernos que merecen, y eso es lo que hasta ahora nos ha venido ocurriendo, porque la pasividad es el peor enemigo de quienes se encargan de mantener a salvo los caudales públicos, esos que se han estado robando de la manera más complaciente, y que por desgracia no entendemos que son parte de nuestros impuestos.
Mexico no merece lo que le estamos haciendo, porque somos nosotros con nuestra pasividad quienes estamos permitiendo que la riqueza que debiera ser distribuida, ahora forma parte de los caudales públicos que nos siguen hurtando la pandilla de ladrones que hasta ahora siguen haciendo de las suyas porque no existen mecanismos más allá de la democracia que henos construido, y que cada tres y seis años podemos castigar. Tu tienes la decisión mexicano.