EL MEJOR PRESIDENTE?
Vaya con la nueva casta dorada de este aún maravilloso país. No cabe duda que la mendicidad y la estulticia siempre está presente cuando los excesos del poder se presentan, y nosotros hemos estado viviendo una brutal etapa que hasta ahora ha mostrado que quieren imponer una dictadura o un Estado Totalitario que poco a poco se ha venido convirtiendo en una lamentable realidad aunque muchos no lo quieran aceptar.
Por lo pronto, el hijo mayor del expresidente Andrés Manuel López Obrador, ya está harto de que lo epiteten como Andy, y hasta ahora ha salido a señalar que se llama Andrés Manuel López Beltran, y su más grande orgullo es llamarse como el mejor Presidente que ha tenido este país. Vaya con el heredero, porque señalar a su padre como el mejor presidente del país, no es más que una estúpida forma de pretender mantener algo que hasta ahora la mayor parte de los mexicanos abomina.
No cabe duda que la familia López Obrador y López Beltran piensan quedarse mucho tiempo en el ejercicio del poder en este país, y no lo esconden, porque la presunta Mandataria no es más que una mujer que ha estado haciendo lo que le mandata el inquilino de Palenque, porque aunque detente el honroso encargo de Presidenta de la República, ella no es quien toma las decisiones, y esa circunstancia no es más que otro Maximato en la historia de este país.
Quien toma las decisiones no es Claudia Sheinbaum, es Andrés Manuel López Obrador, y en cuanto ella termine su mandato tendremos que acostumbrarnos a que Andy sea quien se encargue de las riendas de este país. Aventurado el pronóstico, pero esa es nuestra lamentable realidad desde que llegó el Tabasqueño a la cúspide del poder con el apoyo de esos mexicanos que ahora están bastante inconformes.
El tiempo le dará la razón a quienes hemos venido haciendo este tipo de señalamientos, porque apenas ha estado construyéndose ese Maximato que en los siguientes años dará mucho que decir de que los mexicanos estamos para obedecer, mientras la casta dorada del obradorato nos indica hacia donde tendremos que dirigir al Estado Mexicano, porque ellos son y serán los dueños del país, aunque no les guste a mis lectores.
Hasta ahora el camino ha sido el que diseñó el el inquilino de Pelenque, y la Señora Sheinbaum no podrá salirse del libreto que le ha ceñido, porque ella está para obedecer y no para andar haciendo señalamientos. Por lo pronto el jalón de orejas ha sido muy severo, y nada más hay que verle el rostro en las mañaneras, y no precisamente en las arrugas de su faz, sino en la actitud de mártir que ha venido ensayando desde hace varias semanas. Se lo gano, y lo único que le queda es hacer el ridículo. Así de simple. Al tiempo.
