El informe final de Mario Villanueva ante las espadas de Zedillo, a 25 años
Con espadas del Presidente Ernesto Zedillo Ponce de León tocando su garganta, hace 25 años el gobernador chetumaleño Mario Ernesto Villanueva Madrid rindió su último informe ante el Congreso local con mayoría priista, resignado a recorrer un camino resbaladizo repleto de minas terrestres, incertidumbre y traiciones.
Como en el juego de serpientes y escaleras, a sus 50 años Villanueva pasó del poder absoluto a la austera intemperie con sobresaltos diurnos y en lo profundo del sueño, contados los amigos reales que le quedaron en su descenso al pozo de los tormentos cuando aprovechó una rendija para escapar en Mérida, tierra gobernada por su amigo Víctor Cervera Pacheco.
Villanueva fue acusado de tratos con señorones del narco porque así lo decidió el priista Zedillo, quien dominado por el rencor escarmentó a quien se atrevió a desafiarlo como integrante del Sindicato de Gobernadores. Fue un ajuste de cuentas con efectos vigentes hasta hoy, porque el Presidente Andrés Manuel no ha querido o no ha podido liberarlo, incumpliendo otra de sus promesas.
Tendremos que rastrear antecedentes de un castigo corporal de tan largo aliento contra políticos, porque Villanueva está por cumplir 23 años en prisiones mexicanas y de Estados Unidos, a las que se suma su tolerable prisión domiciliaria actual en Residencial Andara, vecino de su rancho El Mostrenco que solo puede contemplar en videos y fotografías.
A esta interminable condena con tentáculos hay que sumar los 26 meses que permaneció oculto desde que se esfumó en Mérida el 27 de marzo, nueve días antes de entregar el cetro al priista chetumaleño Joaquín Ernesto Hendricks Díaz, hasta su pactada entrega en Alfredo V. Bonfil (cerca de Cancún) disfrazada de captura por el gobierno del panista Vicente Fox.
Mario Villanueva cumplirá 76 años el dos de julio y el pasado sábado reportó que fue trasladado de urgencia a una clínica por complicaciones internas que hicieron necesaria una intervención quirúrgica.
“Afortunadamente la intervención se realizó con éxito y ahora inicio un proceso de recuperación, esperando que no surjan complicaciones”, anunció nuestro penúltimo gobernador chetumaleño.
