El gobierno de Quintana Roo, posible moneda de cambio para las reformas constitucionales.
La distribución de las candidaturas a los gobiernos de los estados de Aguascalientes, Hidalgo, Quintana Roo, Oaxaca, Durango y Tamaulipas al interior del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) tienen un criterio en común, el futuro de las reformas constitucionales que interesan sacar adelante al gobierno de la 4T, para ello se negoció con la dirigencia nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), no solo la formal, sino la de facto, como ocurrió en Oaxaca y Quintana Roo.
La moneda de cambio no fueron precisamente las gubernaturas sino espacios en los congresos locales, en los gabinetes estatales, así como en la administración pública federal, de esta manera, la clase política priista que va perdiendo control en los estados pasará de opositora a aliada del poder morenista y así, con valores entendidos, se ganan un velo de impunidad.
Andrés Manuel López Obrador es un político convencido que el poder no se comparte, pero su pragmatismo lo ha llevado a negociar con camarillas como la del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), cuyos integrantes se venden al mejor postor, prueba de ello es que durante los últimos 21 años se han aliado con los partidos
Acción Nacional, Revolucionario Institucional y ahora Movimiento de Regeneración Nacional.
Cómo no está de acuerdo a compartir el poder opta por negarse a un gobierno de coalición con los grupos opositores para sacar adelante las reformas constitucionales que le interesan y se inclina por convertir a los adversarios en subalternos, por ello las ofertas de empleo a exgobernadores, gobernadores a punto de concluir sus mandatos, líderes del PRI o del PRD.
López Obrador y su equipo cercano como es el secretario de Gobernación, se dedicaron durante las últimas semanas a poner en marcha un esquema de ingeniería política para negociar con el PRI y así conseguir los votos necesarios para alcanzar la mayoría calificada en el Congreso de la Unión y no volver a tener los reveses del 2021.
En el manejo de los hilos desde la presidencia de la república salió beneficiada Mara Lezama como próxima candidata de MORENA a la gubernatura de Quintana Roo, pero de llegar a confirmarse su triunfo en las urnas el próximo 5 de junio, llegará con fuertes limitaciones y débil para gobernar, tanto las personales, como las que han surgido por los acuerdos entre la dirigencia nacional de MORENA con las cúpulas del PVEM y el PRI.
Aquella máxima popular de: ”Que me ponga Dios donde hay que de agarrar yo me encargo” Mara ni la ve pasar, por que su incapacidad de concertación política es nula, y esto si preocupa sobre todo a los grupos de poder económico y político que ven a la deriva sus intereses con una persona incapaz y desinteresada en gobernar con equilibrio a Quintana Roo.
En los comicios del primer domingo de junio de 2022 no estará en juego la carrera política de una persona, llámese Mara Lezama, u otra, sino el reacomodo del poder, luego del pacto para aprobar las reformas constitucionales que permitirán legalizar el proyecto de gobierno de la Cuarta Transformación en los sectores electoral, energético y de seguridad pública militarizada, como es el proyecto que la Guardia Nacional, una policía con fines civiles pasará a depender de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA).
La falta de oficio político y capacidad de análisis en el contexto nacional de parte de Mara Lezama está llevando al proyecto de MORENA a irse autolimitando, pues en lugar de crecer en tiempos preelectorales ha disminuido su presencia, primero al interior, por la inconformidad generada entre los grupos inconformes con su nominación y luego al exterior, pues el gobierno municipal en Benito Juárez, no es su mejor canta de presentación, el municipio está inmerso en un ambiente de criminalidad y basura, como nunca se había visto.
Esa falta de oficio político de Mara Lezama la está dejando sola, porque hasta el momento ha demostrado su incapacidad para reconstruir la estructura morenista después del proceso interno que demostró que el “dedazo” fue sustituido por las encuestas manipuladas e interpretadas a conveniencia de los intereses del dedo elector y ella no alcanza a dimensionar su afectación.
Mara debe saber que fue designada la próxima candidata al gobierno de Quintana Roo por convenir así a los intereses del gobierno federal y de sus aliados, pero que estos no le harán todo el trabajo, a ella compete reunificar los que desunió, para empezar, al morenismo en Quintana Roo, el cual se encuentra peligrosamente fracturado.
Al menos debería manifestar voluntad política para reencontrarse con un personaje como el senador José Luis Pech, quien se encuentra muy herido en su amor propio, porque a pesar de tener varios criterios en las encuestas por encima de Mara Lezama, fue descartado, sin tomar en cuenta su experiencia, su disciplina partidista y su capacidad de unir a los inconformes en torno al proyecto de López Obrador.
Pero hasta el momento, Mara Lezama espera que él vaya a rendirle pleitesía, lo que no sucederá, al menos en este momento. Después de la semana entrante las condiciones podrán cambiar, pero tampoco se comprometerá de tiempo completo ni hará gran cosa para que sus seguidores se pongan la camiseta de Mara.
El senador Pech sigue muy enojado por la manipulación e interpretación de los resultados de las encuestas, porque a pesar de tener un empate técnico con Mara, fue descartado, lo que prueba que la triunfadora ya estaba palomeada, incluso, antes del inicio de las simuladas encuestas.
En los próximos días, el senador Pech se entrevistará con Mario Delgado y con el presidente de la república, a quienes les manifestará su inconformidad y les argumentará sus razones; por el momento está muy enojado, pero su disciplina hacia López Obrador lo conducirá a manifestar su apoyo a Mara sin duda, es cuestión de días para que cambie de opinión, pero será por el bien del proyecto de la 4T en Quintana Roo y por su lealtad al hoy presidente de la república, a quien Mara le deberá otro favor, aunque hoy no se dé cuenta de ello, y esta maniobra por soberbia u omisión de Mara la reduce por que exhibe su limitación de oficio para negociar .
Luis Alegre Salazar, si bien no comparte el proyecto político de Mara, más allá de haber sido empleada y protegida de su padre, tarde o temprano se sumará a la campaña, pero como prestador de servicios en comunicación a través de su empresa radiofónica, pero no está dispuesto a olvidarse de su proyecto político personal, para hacer crecer al de Mara y esto también tendrá un costo muy elevado para la candidata.
El caso de la senadora Marybel Villegas Canché es muy diferente, porque no está dispuesta y nunca lo ha estado a sumarse a la campaña rumbo al 5 de junio, porque no avala el método de selección, está convencida de que la timaron al acatar las reglas del proceso, el cual solo fue un mero trámite, pura simulación, pues la decisión de que fuera Mara la elegida ya estaba definida desde la presidencia de la república antes del proceso. El proyecto político de Mara no le permite integrarse a la campaña de Mara, ni aunque se lo pida López Obrador.
A dos días que venza el plazo para que los partidos políticos registren sus respectivos proyectos de coalición, ya hay avances entre los partidos Acción Nacional, De la Revolución Democrática, Fuerza por México y Confianza por Quintana Roo.
De manera paralela a la elaboración de las cláusulas de la coalición, ya se encuentran en negociaciones para definir a la persona que será la candidata a la gubernatura de este conglomerado de partidos políticos, luego de que ya debieron aprobar el método de elección de acuerdo al calendario del IEEQROO.
El PAN propone a la senadora Mayuli Martínez Simón y el PRD al actor y empresario Roberto Palazuelos, más lo que se lleguen a inscribir a las convocatorias que emita cada uno de los partidos integrantes de la coalición, como lo establece la ley.
Tal parece que al final de cuentas someterán a quienes aspiren a la candidatura a un proceso de encuestas mandadas a realizar por separado por el PAN, PRD y una independiente y de allí se sacará a quien encabece la candidatura, un método que puede marcar la diferencia si amarran todos los hilos antes de dar a conocer los resultados para que no les pase, lo qué a MORENA, pues el anhelo de sacar a una candidata de unidad le fue contraproducente.
Laura Fernández Piña, expresidenta municipal de Puerto Morelos por el PVEM, ahora diputada federal como una cuota de MORENA al Verde se encuentra peleada con su grupo político, desde luego sus razones tendrá; ya aceptó que el PRI la postule como candidata al gobierno del estado, pero aún falta que tenga la bendición del
Comité Ejecutivo Nacional, de acuerdo al pacto que tiene con MORENA, nada raro sería enterarnos que entre las negociaciones cupulares para los planes de AMLO se le comprometa al PRI Oaxca y Quintana Roo. Seguiré apuntando Ufffff lo que falta…..
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