EL FORTALECIMIENTO DE LAS RAÍCES
Por: Vladimir Galeana Solórzano
Sin lugar a dudas cada mexicano se siente orgulloso de sus raíces, de sus lugares de origen, de sus vivencias, pero sobre todo, de esa herencia milenaria que nos han dejado nuestros antepasados. Radico en Chetumal desde hace cuatro años, y mis raíces están en el Estado de Guerrero, en un lugar llamado Petatlan, que en el idioma Cuitlateco quiere decir “lugar de hombres bravos u hombres que enseñan los dientes”.
Y desde luego que fortalecer las raíces de cada uno de nosotros nos genera esa identidad que no perdemos durante el resto de nuestra vida, aunque hallamos emigrado del lugar en que nacimos. Quintana Roo ha sido un estado que ha dado la bienvenida a hombres y mujeres de todas las latitudes de este aún maravilloso país, y aun de muchas partes del mundo, pero lo que más me ha gustado es que se sienten orgullosos de su pasado, de su presente y de su futuro.
En la época precolombina los ideales de la belleza en los Mayas eran muy peculiares. Se caracterizaban por tener cráneos muy alargados poniendo tablas alrededor de la cabeza para conseguir aplastarla y lograr la forma deseada. Pero también era muy valorado el extravismo, que se conseguía goteando sobre los ojos de los niños gotas de resina que les obligaban a torcerlos para conseguir que fueran viscos.
Pero también es preciso señalar que el adorno de los dientes con jade, concha o coral, los tatuajes rojos o negros y las escarificaciones eran otros ideales de belleza de los mayas. Hombres y mujeres pintaban sus creerlos con patrones y colores sólidos. Los hombres solteros vestían de negro, los sacerdotes de azul, y tanto hombres como mujeres vestían de rojo, pero los guerreros llevaban bandas de pintura roja y negra que se alternaban.
Los mayas contaron con una organización social extremadamente jerarquizada, cuya organización social se dividía en tres escalones: clase alta a la que pertenecían aquellos que eran considerados superiores por su clase social. los Reyes o mandantes constituían el poder más alto de la civilización maya, y eran considerados hijos de Dioses, y tenían el derecho divino de implementar su mandato sobre el resto de los miembros. Era el Jefe del gobierno que actuaba a su vez como Sacerdote.
Los nobles recibían este cargo por herencia y tenían el derecho a distar a los reyes ante un proceso de toma de decisiones. Lo que habla de una posición de poder en la Cultura Maya. La clase media estaba conformada por oficiales y plebeyos. Pero también pertenecían. Esta clase los profesionales, funcionarios, comerciantes, artesanos y miembros de la burocracia.
La clase baja era la base de la pirámide jerárquica de la cultura maya que estaba conformada por trabajadores y sirvientes que eran los empleados de las clases más altas y desarrollaban todo tipo de trabajos, y entre ellos las labores domésticas del hogar. Los esclavos eran el último eslabón de la pirámide, y no tenían ningún derecho, solamente deberes porque pertenecían a los nobles o al rey. Al tiempo. [email protected]
Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con cincuenta años de experiencia en diversos medios de comunicación.