Con “San-Trump” a las patadas
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Por Alfredo Rodríguez
En ambos lados de la frontera, los mexicanos están reaccionando “al aventón” ante las acciones implementadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien a través de los aranceles del 25% a productos mexicanos y las deportaciones masivas, ha puesto en jaque tanto al gobierno y a los mexicanos que residen en la Unión americana de manera irregular.
La comunidad latina en Estados Unidos se prepara para hoy, lunes 3 de Febrero, realizar una edición en vivo de “día sin mexicanos” en la unión americana, como una forma de presionar a las autoridades estadounidenses, para evitar que sigan las deportaciones, las redadas del ICE y puedan retomar sus actividades de forma normal, y sin temor a ser deportados.
Pero el tiro les ha salido por la culata, ya que la movilización a la que han convocado, que podría no ser tan numerosa, fue tomada por autoridades de diversos estados americanos como una afrenta a las políticas del republicano, tal es el caso del vicegobernador de Alabama, Will Ainswort, quien ante el amago de la comunidad Latina advirtió que quienes decidan participar en las movilizaciones en las calles, bloqueando las vías de comunicación y confrontando las políticas de Trump, serán automáticamente embarcados en un avión de carga y reportados a sus países.
La convocatoria se ha lanzado desde algunos liderazgos en redes sociales, quienes pretenden con estas acciones demostrar lo indispensable que es la comunidad latina y mexicana para la economía del país americano.
Sin embargo, el propio vicegobernador advirtió que estos llamados a la protesta pública, está poniendo en riesgo aún más a la misma comunidad latina; sin actitudes que parecen poco inteligentes ante una andanada de detenciones masivas y sus consecuentes deportaciones de ciudadanos que se encuentran de manera ilegal trabajando y aportando a la economía de Estados Unidos.
Sin estrategia clara
Lo mismo pasó con el gobierno de Mexico y Claudia Sheinbaum, quienes no esperaban la durísima declaración de Donald Trump, de señalar que el gobierno mexicano tiene vínculos con el narcotráfico.
Si bien esperaban la aplicación de aranceles del 25%, y los planes, A, B, C y D, anunciados por Sheinbaum, estaban listos para ser presentados en respuesta al mandatario estadounidense, la declaración de las ligas -por todos conocidas-, del crimen organizado con algunos actores del gobierno mexicano, en todos sus niveles (por ejemplo, los que se dicen del gober de Sinaloa, Rubén Rocha Moya), cayó como balde de agua fría a las autoridades mexicanas, al grado de qué tardaron más de tres horas en hacer un pronunciamiento que hiciera frente al señalamiento contundente de Trump.
Ni la cancillería ni la embajada de México en Estados Unidos han acertado a cuál será la estrategia para contrarrestar el señalamiento, y si bien la presidente Sheinbaum advirtió que no tolerarán la acusación del presidente Donald Trump, hasta el momento no se sabe cuál será la decisión final del gobierno mexicano para intentar sacudirse la durísima aseveración trumpista de sus ligas con el crimen organizado.
Ante este escenario, en ambos lados de la frontera, la comunidad mexicana está en una grave encrucijada, pues si bien para nadie es un secreto que la comunidad latina sostiene la economía norteamericana, hoy con las acciones que están intentando llevar a cabo, podrían enfrentar más complicaciones ante una circunstancia migratoria irregular en la que viven día a día en los estados unidos.
Y en el gobierno, mientras no haya una estrategia clara para hacer frente a Trump y su exigencia para frenar el tráfico del dentándolo y la migración ilegal de mexicanos, seguirán los trompicones para ver cómo sacudirse la agenda que les impuso Trump.
Falta ver además el frente común que pretenden hacer Canadá y México, aliados con China, para sacudirse los aranceles… mientras tanto, en ambos lados de la Frontera, los visos de inflación e impacto a la economía ya tienen unas muy negras proyecciones.