¡Castañón no da el ancho y mucho menos es querido!
Por José Luis Barrón
Mientras unos se la pichuleaban: “Es tuya”, “pásala”, “es mía”, “te la presto”, “yo soy la o el nené consentido”, “yo soy la línea”, otros ya se la saboreaban y unos más se la relamían y tómala, quietos todos en la yarda 8 de su propio territorio porque las designaciones para candidaturas a ayuntamientos y diputaciones locales se darán a conocer hasta mediados de febrero si no es que hasta principios de marzo.
Y esperemos que esta postergación sea por un análisis minucioso de los perfiles y no para evitar fugas de cuadros y fuerzas por las inconformidades que se han manifestado por evidentes favoritismos de la cúpula de poder “morenista”.
Para empezar en Tulum uno de los cuadros competitivos para la coalición Morena-Verde-PT, Alberto Portilla Mánica, ya se puso “águila” y emprende el vuelo a Movimiento Ciudadano (MC) en tanto las imposiciones de “verde-ecologistas” están obligando al Partido del Trabajo (PT) a “rifársela” solo, como debería de ser en un sistema verdaderamente democrático mas no “dedocrático”, tanto en Tulum y muy posiblemente en Bacalar, José María Morelos y Lázaro Cárdenas.
Y es que a Diego Castañón Trejo la silla presidencial le ha quedado muy grande, gigante diría yo, pues con todo y el apoyo gubernamental no ha tenido capacidad para resolver diversos problemas, principalmente tener la visión de establecer mecanismos de prevención del delito desde el Ayuntamiento como primer respondiente tanto a la sociedad como a visitantes.
Ello ha originado que los turistas sean víctimas de asaltos a mano armada a plena luz del día como se registró durante los primeros días de este 2024, lo que deja al municipio y al Estado como destinos turísticos inseguros ante la opinión internacional. Aunado a lo anterior habrá que mencionar que sus escasos, imperceptibles y casi nulos resultados, definitivamente Castañón Trejo no califica para una reelección en un cargo que ocupa por una situación extraordinaria y no por mérito propio.
Las cosas no están muy bien para el partido hegemónico, hay mucha decepción y encabronamiento, y en Tulum un MC reforzado con Portilla les puede dar un buen susto. Por lo que hay tiempo de considerar cuadros con tradición y arraigo, que cuando tomaron la batuta brindaron grandes resultados, de lo contrario la caída puede ser estrepitosa para Morena, cuyas dirigencias cual deben tomar en cuenta a alguien muy querida por su pueblo, comprometida con el mismo y con mucho empuje para mantener esa causa en el ánimo de la gente y recuperar mucha de la confianza perdida.
Ella, por supuesto, es Romi Dzul, pues cuenta con capital político propio, trayectoria impecable y con el profundo cariño de los tulumnenses. Así que no descartemos que en Tulum Morena se decida salomónicamente por una fémina, pues ahí se antoja más votar por la figura que por las marcas.