Aunque no le guste la ley es la ley
Sin lugar a dudas Claudia Sheinbaum cayó en el engaño de Andrés a Manuel López Obrador porque no le alcanzó el tiempo para destruir a uno de los tres Poderes de la Federación, y con la estulticia que siempre lo ha distinguido pensó que cuando la señora Sheinbaum se alzara con la Presidencia de la República, podría estar tranquilo porque las cosas saldrían como él las quiso hacer.
Pero una cosa es lo posible y otra lo previsible, porque los integrantes del Poder Judicial han estado dando la batalla legal ante la presunta lucha que le dejó Andrés Manuel López Obrador a la Señora Sheinbaum de acabar con el Poder Judicial porque lo que él estaba esperando es que así fuera para alzarse como el máximo líder del país por encima de todos los poderes.
Lo que nunca se esperó Andrés Manuel López Obrador, es que el Poder Judicial respondiera de la forma en que lo ha hecho de manera valiente y decidida, por la simple razón de que alguien tiene que defender la integridad de este país porque tanto el Poder legislativo como el Poder Presidencial se han convertido en una pandilla de asaltantes de las arcas públicas y las ansias de poder.
Y que bueno que el Poder Judicial ha sacado la Casta para intentar evitar que el país caiga en una crisis de ingobernabilidad a causa de las ansias dictatoriales de Andrés Manuel López Obrador, que está detrás de Claudia Sheinbaum orquestando la destrucción del Gobierno de este país porque se le ha antojado convertirse en el líder de un proyecto de gobierno totalitario en el que el debiera ser el líder de la nación.
Y que bueno que el Poder Judicial este dando la batalla en los momentos más agobiantes que ha tenido el país, por las estúpidas ansias de Andrés Manuel López Obrador de convertirse en un líder que estaría por encima de todas las autoridades en toda la nación con la finalidad de mantenerse como el tomador de las decisiones y quien dicte el rumbo del país.
Si la señora Sheinbaum piensa que los mexicanos somos tibios, se equivoca, porque quienes tienen la razón en este crisis provocada por Andrés Manuel López Obrador con la finalidad de alzarse como la personalidad que tiene que dictaminar el rumbo del país y de los más de ciento cuarenta millones de habitantes. Este país no tiene ganas de entregarse a un imbécil como el tabasqueño simplemente porque piensa que puede ser el líder de una nación que obedezca sus estúpidas ambiciones. Al tiempo. [email protected]
