“Desarrollo Sustentable”
— Ante la sospecha que seudo ambientalistas traten de imponer al Presidente Andrés Manuel López Obrador la idea de establecer una ANP, empresarios y ejidatarios se reorganizan para evitar cualquier medida restrictiva que detenga el desarrollo sustentable de la zona e incluso afectar las obras del Tren Maya.
¡Tensión por “madruguete”!
Por José Luis Barrón
FOTOS: Archivo
Una vez más reaparece el riesgo de que los habitantes de la Zona Sur de Quintana Roo vean truncado su anhelo de detonar turísticamente la región luego de que se ventilara que el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, estaría anunciando hoy el decreto de un Área Natural Protegida (ANP) o Parque Nacional en los municipios de Bacalar y Othón P. Blanco que incluiría la internacionalmente conocida Laguna de los 7 Colores, lo que ha generado gran preocupación entre ejidatarios y empresarios quienes ya se reagrupan para establecer un frente común contra cualquier medida restrictiva.
Sospechas fundadas en las reiteradas intentonas de establecer medidas restrictivas como Hábitat Crítico, un sitio Ramsar o ANP en la zona por grupos seudo ambientalistas vinculados con la Asociación Amigos de Sian Ka’an, organización que maneja el cuestionado banquero Roberto Hernández y cuya zona perteneciente al municipio de Felipe Carrillo Puerto no ha beneficiado en nada a sus auténticos dueños que son los indígenas mayas pues las ganancias se van directamente a los grandes consorcios capitalistas del Norte del Estado.
Ante tal posibilidad, empresarios y ejidatarios ya se reagrupan y reorganizan para hacer de nuevo un frente común contra una ANP, ya que detendría el incipiente desarrollo de la zona e incluso podría tener un impacto negativo en las obras del Tren Maya: “Esperamos que eso no suceda, sería un duro golpe para la Zona Sur”, señaló Roberto Salgado Sangri, presidente del Comisariado Ejidal de La Península.
“Además —agregó—ya no tiene razón de ser porque en el caso de Othón P. Blanco ya tenemos un reglamento a través del Programa de Ordenamiento Ecológico Local (POEL) que regula las actividades y revisa que la laguna no sea contaminada y en el caso de los ejidos Santa Elena, Laguna Guerrero, La Península, Úrsulo Galván, Calderas Barlovento y Tollocán ya trabajan en el programa ‘Zonas Rurales Comunitarias con Potencial Turístico’ a través de la SEDETUR”.
En ese sentido el presidente del Consejo Comunitario de la Cuenca de la Laguna de Bacalar (CONCLAB), agrupación que se estableció con empresarios del sur y alrededor de 29 ejidos para evitar la creación de una ANP en 2017 y que a su vez realiza actividades para la preservación de su entorno natural, dijo que están a la expectativa de lo que vaya a pasar este domingo durante la visita del presidente, pues en septiembre de 2020, recordó, intentaron hacerle llegar un documento (con las firmas de 71 representantes de organizaciones civiles, cámaras empresariales y de ejidos) que detallaba las intentonas de estos grupos seudo ambientalistas de establecer ANP’s que después ellos mismos controlarían a su antojo.
Por su parte, Héctor Peña Fuentes, propietario de un balneario en Xul-há comentó que en el caso de Bacalar y se tienen avances respecto al POEL y al reglamento que en su momento regirá las actividades en la laguna y en la zona, además de que se está socializando por lo que no descarta que vaya haber sorpresas, sin embargo, indicó no está de más tomar precauciones y confía que López Obrador seguirá apostando al desarrollo sustentable de la zona sin medidas restrictivas e innecesarias.
En tanto que miembros del Ejido Bacalar han mantenido cierto hermetismo respecto a la inauguración de Ichkabal a pesar de que han esperado por décadas la apertura de la zona arqueológica y es que comentan que aún hay negociaciones que tiene que ver con la forma y los acuerdos para tal efecto, pero al igual, advirtieron están a las expectativas de lo que suceda y preparados si fuera el caso de reintegrar el frente.