Aumentan las toneladas de Sargazo en Quintana Roo
Más de 21 mil toneladas de sargazo se han retirado del mar y las playas públicas de siete municipios de Quintana Roo desde marzo pasado, informó el contralmirante Alejandro López Zenteno.
El coordinador nacional de la estrategia para la atención del sargazo de la Secretaría de Marina (Semar) explicó que la batalla contra el alga se realiza desde tres frentes: oceánico, en aguas someras y playas públicas.
Lo que se lleva recolectado en la presente temporada (desde el cinco de marzo) representa la cuarta parte de las 85.4 mil toneladas extraídas en 2019, aunque todavía está por venir el mayor recale en esta temporada, en este mes y el siguiente, como la anunciada llegada de 12 mil toneladas a la zona sur pero también afectarían (con menor fuerza) al corredor Playa del Carmen-Cancún.
Desde que la Semar encabezó la lucha contra el sargazo en 2018, ha dispuesto un equipo de 301 personas dedicadas exclusivamente a mitigar el impacto del fenómeno que afecta a la actividad turística.
Hay jornadas de trabajo extenuantes para operadores, personal de colocación de barreras y logística, de ahí que se les reemplaza dada lo agobiante de la actividad, aunque el apoyo sigue en aumento con una anunciada patrulla oceánica, integrada de 60 a 70 personas, que llegará próximamente.
El contralmirante López Zenteno expresó en entrevista en el programa “Pide la palabra con Norma Madero” que la estrategia se basa en la cooperación de distintos niveles de gobierno y la participación de empresarios y prestadores de servicios, a los que también les corresponde mantener limpios los areneros concesionados.
La recolecta del sargazo se efectúa mar adentro con un buque costero oceánico alejado de la línea de costa dos o tres kilómetros (o más si se requiere), con una capacidad de extraer 250 toneladas por día (dos toneladas cada hora). El reto es comprender las corrientes para determinar el sitio donde se instalará.
Hay también 11 buques costeros que recolectan a una distancia de entre 300 y 500 metros de la costa, con una capacidad de recolección (cada uno) de hasta 12 toneladas diarias.
Para contener el material que proviene del Mar de los Sargazos (que tiene una superficie estimada de 3.5 millones de kilómetros cuadrados) en el Océano Atlántico, se han colocado también barreras a 500 metros de la playa con más de un kilómetro de extensión en los municipios de Puerto Morelos, Playa del Carmen, Tulum (en proceso de reparación) o Mahahual, y la próxima instalación será en Xcalak.
Los lineamientos de manejo establecen que el confinamiento del alga debe ser en sitios de disposición establecidos por los ayuntamientos para evitar daños al medio ambiente, cuyo proceso continúa para definir predios seguros.
Igualmente se trabaja para definir su “caracterización” la cual permita su aprovechamiento, tal como lo realiza un análisis del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt). En paralelo, la Semar estudia las eventuales afectaciones a la piel o la salud humana.
La llegada del alga a Quintana Roo se consideró un hecho atípico en 2011, y pareciera que únicamente llega al Caribe mexicano cuando en realidad afecta también al Caribe Central, al Golfo de México y a La Florida, Estados Unidos.
En la suma de esfuerzos institucionales, los distintos niveles de gobierno otorgaron recursos para la rehabilitación del buque sargacero oceánico y para construir las 11 embarcaciones, además de colocar barreras, que integran la estrategia actual. “Ahora deberá ser evaluada con visión a largo plazo”.
Para el responsable de la estrategia nacional contra el sargazo se vive un proceso de aprendizaje dado lo reciente del fenómeno. “Saber en qué condiciones esta alga se desplaza y qué corrientes locales o contracorrientes locales le están afectando para meterla en nuestras costas, corrientes que hasta ahora no están estudiadas, pero estamos en proceso de ello”.
Junto con la Universidad de Baja California, la Semar puso en altamar las boyas “Doris” (sonda oceanográfica con tecnología satelital), cuya misión es medir las corrientes para conocer mejor su desplazamiento.
Igualmente se analizan los mejores medios para enfrentar al sargazo, pues la realidad es que “no hay una compañía que pueda llegar y decir esta es la mejor barrera que pueda resistir todas las condiciones y va a contener toda el alga”.
Hay también investigaciones del Conacyt, de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y de instituciones académicas. “De tal manera que en algún futuro podamos definir casi con tanta precisión, como ahora lo hacemos con los huracanes, tener un mejor pronóstico y una mejor respuesta”.
El despliegue actual de los gobiernos federal, estatal y municipales tiene como objetivo mitigar el impacto del fenómeno en las costas y en 47 playas públicas consideradas de interés para Quintana Roo.