El erosionamiento del poder
Cuando el poder comienza a erosionarse, los ciudadanos se liberan de las ataduras del respeto, de los dogmas partidistas, y de las consignas desde el ejercicio del poder, pero sobre todo de aquellos que se dijeron distintos, y que por desgracia lo hemos confirmado muy tarde, porque si, han sido distintos, pero mucho más ladrones y con mayor mendicidad que con cualquier grupo del pasado.
Si alguien ha robado sin un ápice de vergüenza, y de la manera más cínica y prepotente, es Andrés Manuel López Obrador, quien pasará a la historia del país como uno de los mandatarios más mentirosos y ladrones. Su carrera como extorsionador ha sido larga y muy prolífica, porque asaltó las arcas de muchos municipios con su cantaleta de que si no quería que hablaran mal de ellos, los presidentes municipales tenían que darle una cantidad de dinero.
Así comenzó su carrera de estafador, asaltando a Presidentes Municipales a lo largo y ancho del país, y una vez que se especializó comenzó a hacerlo con los gobernadores de los estados. Pero los mexicanos nunca pensamos que el extorsionador se convertiría en la etapa más negra de los últimos años para todos los mexicanos. Y aunque siga pretendiendo que su popularidad sigue adelante, lo cierto es que de acuerdo con las últimas encuestas su popularidad ha decrecido y va en picada.
No es fácil asimilar que el poder público tiene muchas aristas, porque no todo es mandar y obedecer, porque lo que se tiene que poner por delante es el bienestar de los mexicanos, y hasta ahora lo que hemos venido padeciendo con los embates de la criminalidad ha sido uno de los mayores desastres que han habido en la historia del país. Para decirlo más claro, la esperanza se diluyó, y ahora solamente queda la mendicidad.
Pese a todo lo malo que ha hecho, habrá que reconocer que las pensiones a los adultos mayores han sido un paliativo para evitar que esos asuntos caigan en la necesidad de no tener siquiera la posibilidad de llevarse un mendrugo de pan a la boca. Que bueno que haya establecido las pensiones, pero que malo que no se haya preocupado por la economía y la generación de empleos.
El declive es inevitable, y el juicio de la historia resultará azaroso por sus aciertos y sus desplantes autoritarios que han evidenciado la forma en que ha pretendido alzarse con el poder a través de Claudia Sheimbaun con la finalidad de repetir aquel Maximato que los mexicanos recordamos como uno de los graves excesos del poder Presidencial después de que terminó la etapa de la Revolución Mexicana. El juicio de la historia estará presente en los siguientes meses. Al tiempo.
