Ministros traidorzuelos
Por: Vladimir Galeana Solórzano
Sin duda alguna el Presidente de la Republica, Andrés Manuel López Obrador es un sujeto al que no le gusta que lo contradigan porque se pone verde del coraje. Y no es que nos guste que el todavía Presidente de la Republica fracase en sus propósitos de pensar que los Ministros de la Corte tengan que estar pendientes todo el tiempo de sus desplantes para que hagan lo que e él le viene en gana.
Ahora le dio por hacer un berrinche porque los Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación invalidaron la transferencia de la Guardia Nacional a la Secretaria de la Defensa Nacional. Y es que el mandatario tiene muchas ideas y a cada rato le da por dar órdenes, y pretende que los ministros sean sus lacayos para darles instrucciones cuantas veces le venga en gana porque él es el que manda en este país.
Lo que debiera entender el señor Andrés Manuel López Obrador, es que él es el Presidente de la Republica, y que nuestro sistema político se divide en Los Tres Poderes de la Unión, y cada uno de ellos es independiente de los demás, y que ninguno está por encima de los otros. Pero eso es lo que no le gusta al inquilino de Palacio Nacional, a quien le falta entender que el no es como un Rey de los que existen en otras latitudes, y que vive en un Palacio porque sus ansias de poder son infinitas.
Los mexicanos ya están hartos de los desplantes presidenciales, pero él sigue pensando que le tienen o le tenemos que rendir pleitesía. Y quizá en sus ansias de convertirse en Rey o Emperador haya visualizado que él merece mucho más que los honores a la bandera, porque a quien debieran rendirle honores es a él, al dueño del Palacio Virreinal que eligió como su casa para disfrutar de los honores a su investidura.
Los mexicanos ya no aguantan más los desplantes de quien se piensa predestinado para señalar lo que debemos hacer y lo que se tiene que hacer simplemente porque es su voluntad. El Presidente de la Republica ha sido un hombre de excesos, un hombre que piensa que los mexicanos debemos plegarnos a su palabra, a sus deseos, a sus aspiraciones, a sus mandatos, pero sobre todo a su voluntad.
Para el no existen los razonamientos de los demás, no entiende que el libre albedrío es letra Constitucional que se debe obedecer porque vivimos en un país de libertades, un país en el que los mexicanos de todas las latitudes, de todos los pueblos y ciudades, de villas diseminadas en la gran geografía de este México tan único, con una grandeza igual a la grandeza de sus hombres y mujeres, que todos los días lo siguen construyendo, aunque las ansias destructoras del inquilino de Palacio Nacional vayan en sentido contrario. Médico es más grande que la mendicidad de Andrés Manuel López Obrador, así de simple. Al tiempo.
