“BaluArtes de Chetumal”, la entrevista…
Chetumal, Q. Roo.- Si hay alguien en Chetumal que ha retratado a la clase política tanto de la capital como de toda la entidad en toda su máxima y cuasi real expresión, ese es Nicolás Lizama Cornelio (“Nico” o “Colinas”), cuya trayectoria data de más de 30 años, forjada en la profunda exigencia de la industria de la tinta y el papel, un ambiente en el que muy pocos podían incursionar, al menos que fueran consumados periodistas expertos en cada una de las áreas y géneros, tal y como nos detalla este gran cartonista en esta entrevista exclusiva.
— Nicolás Lizama Cornelio, un caricaturista muy reconocido en Chetumal. ¿Cuántos años ya llevas dedicándote a este arte?
— Llevo 30 y pico… (Risas)
— Ay gordo, lo dejamos en 30… ¿Oye Nico qué te da por dibujar, desde cuándo dibujas?
— Yo dibujo desde chiquitito, siempre dibujé desde que yo recuerdo y ya luego, yo vivía en Nicolás Bravo, llegamos en el 72 y para empezar nada más había un periódico en ese tiempo y ahí pues no llegaba, el caso es que terminé mi secundaria allá y vine a Chetumal a estudiar mi bachillerato y ahí me metí a jugar futbol y el dueño del periódico y nos invitó a trabajar con linotipos y cosas así en un periódico que se llamaba Diario Tabasco, entonces ahí empecé, como se dice pomposamente, como corrector de estilo.
— Corrector de estilo, un área fundamental en toda mesa de redacción tanto de los diarios como de las revistas, no cualquiera podía realizar ese trabajo propio de mentes privilegiadas.
— Yo tuve la ventaja de que era muy bueno para el español, me gustaba mucho el español y ya dominaba lo básico: acentos, comas, puntos y aparte, etcétera, la redacción y la ortografía eran fundamentales y como una carta de presentación para los medios impresos.
— A ti te tocó hacer la corrección de estilo y por supuesto en las páginas de prueba que eran las sabanotas…
— Sí, era un papelón muy grande, lo devolvía corregido y ellos lo ponían en una charola de metal donde se procesaba para los negativos.
— Yo veía cómo llegaban los reporteros, trabaja de seis de la tarde hasta que salía el periódico como a las siete u ocho de la mañana, en el trayecto de 6 de la tarde a 10 de la noche llegaban los reporteros dejaban sus notas y se iban y yo me ponía hacer la corrección, pero obvio yo quería figurar así que le dije a mi director que me diera la oportunidad, él me decía tienes la chispa, dame chance yo te aviso.
“Un buen día me dice Nico ven acá y ahí voy loco de contento y me da un papelito con una nota ya escrita que era el boletín número tal y me dice para empezar “refritearme”, yo no sabía que me quería decir con “refritear”, pero tampoco le quise preguntar para no parecer muy novato así que me fui a mi escritorio donde corregía y le pregunté a uno de los reporteros qué es “refritear” y me dice “má está fácil, pon esta madre aquí, ese otro párrafo allá, le cambias la entrada a tu criterio y listo.
“Era un buen boletín, era de Pemex y se ve que tenían muy buen equipo de comunicación así que no había que meterle mucho, ya lo llevé y vi que no me dijeron nada y pensé ‘Ya la hice’, pero creo que se olvidaron y ya no me volvieron a dar otro, entonces yo le dije a mi subdirector ‘oye yo también dibujo, yo hago caricaturas’, ‘está bueno’ y le pregunto ‘¿No hay chance que me publiquen?’, ‘mira aquí no podemos porque no tenemos la máquina para procesar gráficos, tenemos que llevarlos a otro lugar y cuesta muy caro, dame unos días van a inaugurar el Diario Tabasco acá y esos cabrones traen todo lo más avanzado’ y sí me publicaron como unas 10 caricaturas que me las pagaban a unos 20 pesos cada cartón.
— ¿Cómo defines tu caricatura?
— Se llama cartón político.
— ¿Nunca te dio por incursionar en la historieta u otras técnicas de dibujo?
— Sí me dio, lo que pasa es que soy medio huevón, me especialicé en hacer la síntesis del trabajo y se me dificultaba ese cuadro de darle secuencia, entonces me sentaba me llegaba la idea y órale, entonces se habitúa uno a eso y de hacer historieta no la haría con la misma habilidad a la que ya me especialicé y me daría muchísimo trabajo.
— ¿Tienes alguna influencia de otros dibujantes?
— Claro, de Rogelio Naranjo y Eduardo Humberto del Río García “Rius” como maestros, entre mis caricaturistas favoritos estaba Abel Quezada, Palomo, un tal Marino que dibujaba en el Excélsior, Fontanarrosa (Boogie el aceitoso) también, Quino (Mafalda), Charles M. Schulz que hacía Snoopy, muy bueno…
— ¿Nico cuántos cartones has publicado en 30 años?
— No tengo la condenada idea, tengo unos cuatro compendios que hemos publicado habría como unos 700 dibujos entre todos. Ahora estoy haciendo tres cartones diarios bajo un sistema que me hace muy productivo.
— Órales, tenemos Nico para rato. Sabemos que has trabajo para medios estatales. ¿Has colaborado en medios nacionales?
— Hice caricatura para la Revista Impacto, luego colaboré en la Revista Chocarreros de Arturo Kemchs haciendo versitos y caricaturas.
— ¿Has participado en algún evento internacional?
— Estuve en Cuba en una revista que se llamó Palante disfrutando del mojito.
— ¿Cuál es el personaje que más te haya gustado dibujar, que le tengas cariño?
— A todos les tengo mucho cariño, pero si te puedo decir que Eduardo Espinoza Abuxapqui es uno de mis favoritos.
— Es inspirador el muchacho (risas).
— Me gusta su forma de ser y su físico se me facilitaba mucho.
— ¿Dejas escuela Nico?
— Una vez hicimos un taller en la Expoferia de Bacalar con Ofelia Casamadrid cuando ella era directora de la Casa de la Cultura, pero de ahí ya no hice nada, eso de dejar legado no se me da, soy medio ermitaño.
— Es difícil, luego para que enseñes a tanto ingrato (autocensurado)… a mí tampoco se me da mucho (carcajadas).
— Voy a entrenar a mi nieta porque ya ves que los periodistas, los caricaturistas estamos pasando a mejor vida porque que la tecnología ya va muy avanzada y existe la inteligencia artificial.
— No creo que las máquinas nos desplacen, sí son herramientas que nos ayudan a ser más eficaz y rápido nuestro trabajo, pero al final no lo hacen y nunca van a superar lo que el humano hace con el corazón, con las emociones y menos si es cualquier disciplina artística, la mente humana es impredecible…
— Fíjate que no soy quién para dar consejos, pero bueno el que tenga habilidad para el dibujo y amplio pensamiento, que pueda ejecutar sus ideas y explotar su creatividad, que lea mucho y se relacione con gente pública puede forjar una bonita carrera en el periodismo porque son actividades muy gratificantes, me refiero intelectualmente y al reconocimiento, no te haces millonario con esto, pero sí es muy satisfactorio por el trabajo que realizas y el aprecio que te ganas.
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