Se incrementa el número de casos de dengue Y ¿qué ha pasado con las vacunas?
Por Fernando Aguilar
Son como milimetricas avionetas cargadas con lancetas por delante que zumban y zumban hasta lograr su objetivo: extraer la sangre e inocular a la víctima alguna de los cuatro serotipos del dengue, si por casualidad está infectado.
Si bien la mayoría de las infecciones son asintomáticas o producen enfermedades leves, la enfermedad ocasionalmente puede volverse grave e incluso causar la muerte. Los estudiosos de la materia detallan que son las hembras (Aedes aegypti), las que se nutren del plasma humano.
Un breve recuento del actual Panorama Epidemiológico de Dengue, de la Secretaria de Salud, al corte del 7 de agosto se tiene que el total de casos de dengue registrados en el país son de 8 mil 291, tres veces más que lo reportado en la misma fecha pero de 2022, cuando la cifra llegaba a 2 mil 704 casos.
Pero ¿qué ha pasado con las vacunas contra estos virus que tanto se ha hablado en estos últimos años para erradicar estos padecimientos?
Los medios nacionales e internacionales como Infobae dan cuenta a detalle de la situación.
En éste contexto de aumento de casos, hacen un repaso por las dos fórmulas que actualmente están disponibles en Latinoamérica, Estados Unidos y Europa. En Brasil, un desarrollo se encuentra en Fase III.
Y México fue el primer país en el mundo en obtener el registro de la primera vacuna contra el dengue, por parte de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), anunció en 2016 el entonces director general de Sanofi Pasteur México, Eduardo Arce-Parellada.
La Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria de Brasil (Anvisa) también aprobó el registro de una fórmula tetravalente elaborada por la farmacéutica japonesa Takeda. La vacuna, Qdenga, está compuesta por los cuatro serotipos del virus que causa la enfermedad.
Con una eficacia general del 80,2%, Qdenga consta de dos dosis que deben ser inoculadas con un intervalo de tres meses, y está recomendada para un público extenso, desde los 4 hasta de 60 años. Esta vacuna puede aplicarse tanto a las personas que tuvieron la enfermedad como a las que no.
En diciembre de 2022, la Unión Europea (UE) se sumó también al avalar el uso de Qdenga en personas desde los 4 años de edad y mayores de 60.
En tanto la vacuna Dengvaxia de Sanofi Pasteur; se trata de una vacuna tetravalente que se fabricó por medio de una tecnología de ADN recombinante y que se aplica con un esquema de 3 dosis, a los 0, 6 y 12 meses.
Pero la Organización Mundial de la Salud (OMS) sugirió la aplicación de Dengvaxia solo en entornos geográficos en los que los datos epidemiológicos indiquen que hay una gran carga de enfermedad. En consecuencia algunos países como México, Brasil, Filipinas, Perú y Singapur avalaron su aplicación.
Esto obligó en noviembre de 2017 a Sanofi solicitar a las autoridades sanitarias actualizar la información proporcionada a médicos y pacientes sobre su vacuna. ¿Por qué? Porque su análisis confirmó que Dengvaxia proporciona un beneficio protector persistente contra la fiebre del dengue en aquellos que tenían una infección previa. Sin embargo, para aquellos que no estaban infectados previamente por el virus, el análisis encontró que, a largo plazo, podrían ocurrir más casos de enfermedad grave después de la vacunación tras una infección de dengue posterior.
En 2018, la UE autorizó el uso de Dengvaxia y, pocos meses después, a principios de 2019, llegó la aprobación en Estados Unidos por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por su sigla en inglés). Según lo postulado por la FDA, “el uso de Dengvaxia está contemplado para prevenir el dengue en niños de 9 a 16 años que hayan tenido una infección previa por el virus confirmada por un laboratorio, y que vivan en áreas donde el dengue es endémico”.
Pero el organismo estadounidense advirtió que “en los niños que no han tenido el virus, Dengvaxia aumenta el riesgo de enfermedad grave y hospitalización si contraen dengue después de vacunarse”.
Mientras tanto, los gobiernos como México intensifican campañas para aplicar medidas de prevención dentro y fuera de la casa como la eliminación de criaderos de mosquitos en recipientes y cacharros, llantas abandonadas y todo lugar dónde queda encharcada el agua.