El incierto regreso a clases presenciales
Caminos del Mayab
Por Martín G. Iglesias
Hoy arranca en todo el país el periodo escolar 2021-2022 para todos los niveles educativos, de acuerdo al calendario marcado por la Secretaría de Educación Pública (SEP), pero donde los participantes tienen sentimientos encontrados.
Aunque los buenos deseos del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador son que los maestros, administrativos y alumnos regresen a las aulas, para reactivar la economía del país, la mayoría de los participantes en este proceso no están de acuerdo.
Pero no solo es por el hecho de oponerse por oponerse, sino que las razones de quienes no están de acuerdo con regresar a clases son de un peso aplastante, contra aquellos que quieren que las y los estudiantes vuelvan a convivir con sus maestros y compañeros.
La primera razón es que la mayoría de los planteles escolares no están físicamente aptos para poder recibir al estudiantado, pues por recomendaciones de la Secretaría de Salud deben ser espacios ventilados, abiertos y hay escuelas que por el clima, los salones están completamente cerrados. La segunda razón es que no están limpias, aunque desde hace 15 días padres de familia, maestros y autoridades empezaron con la faena de rehabilitar las 2 mil 130 escuelas que están en Quintana Roo.
Pero la que más pesa, es que las y los estudiantes de educación básica, que es el grueso de la población escolar, no están vacunados, no tienen ni una sola dosis, pues hasta ahora el proceso de vacunación solo está vigente para personas de 18 años en adelante.
Otro peso en el gasto de los padres de familia es que si mandan a su hijo a la escuela, tendrán que comprarle gel antibacterial, cubrebocas y al recogerlo a la hora de la salida tendrá que sanitizarlo; al llegar a casa bañarlo, cambiarle la ropa y ahora sí ayudarlo con sus tareas. No solo es un gasto económico, sino que también inversión de tiempo; así que ya no podrán trabajar ambos padres, o tendrán que reactivar a los abuelos, que son una población vulnerable.
En fin, hoy “por mandato Presidencial” hay que regresar a clases, eso sí, donde las condiciones estén dadas. Pero en Quintana Roo, donde estamos en semáforo epidemiológico naranja, más vale que todos nos quedemos en casa.
SASCAB
Las y los nuevos diputados federales que representan a Quintana Roo, Juan Carrillo Soberanis, del Distrito 01; Anahí González Hernández, del Distrito 02; Wilbert Alberto Batun Chulim, Distrito 03 y Laura Linn Fernández Piña del Distrito 04 ya tienen tarea, a parte de las propuestas que ellos mismos llevaban para beneficio de Quintana Roo.
Independientemente de la Comisión que les toque presidir, los pendientes que tienen con Quintana Roo es que se aplique el IVA del 10% prometido por el Ejecutivo; que regulen, junto con la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), los precios de las navieras que operan los cruces de Playa del Carmen a Cozumel y viceversa, y de Puerto Juárez a Isla Mujeres; que trabajen en la conservación del medio ambiente en las costas del Estado; que consideren instrumentar leyes que permitan acceder a recursos públicos en caso de desastres naturales; y que regresen a su respectivo distrito a ver en qué pueden ayudar a sus electores.
SACBE
Escala el conflicto de los trabajadores burócratas del Ayuntamiento Felipe Carrillo Puerto y no falta un “vivo” que quiera aprovecharse de ello, como el empresario radiofónico y hotelero, Luis Alegre Salazar. Aquí deben de intervenir las comisiones de la XVI Legislatura, principalmente la de Hacienda, Cuenta y Presupuesto que tiene José de la Peña Ruiz de Chávez; la de asuntos municipales que preside Julio Efraín Montero Aguilar; y Hernán Villatoro Barrios que está al frente de la Comisión de Trabajo y Previsión Social. Además de instancias estatales como la de Derechos Humanos y la de Previsión Social.
