“Adancistas”, ¿confiados?
Sin Remitente
En la lucha interna y soterrada contra los fundadores de Morena y viceversa, los que integran el grupo que lidera Adán Augusto López Hernández parecen sobrados, confiados, ¿soberbios?, de que llevan mano en la próxima elección y que no están dispuestos a compartir nada o muy poco, si acaso. Que van por todo y con todo, por lo menos desde el gobierno estatal y el Congreso local.
Pero enfrente, mientras los “adancistas” se reúnen en eventos sociales o deportivos como en la inauguración del Parque Centenario 27 de Febrero, los fundadores encabezados por Javier May López realizan sendas concentraciones con morenistas para tomar protesta a los comités de defensa de la Cuarta Transformación en los municipios.
Este fin de semana, por ejemplo, los fundadores continuaron con su cruzada y tomaron protesta a miembros de los comités de defensa de la 4 Transformación en Cárdenas, Huimanguillo y Centro.
En contraste, los “adancistas” están haciendo muy poco como para demostrar que también tiene presencia territorial y moral, y están desdeñando el trabajo con la militancia de carne y hueso, sumado a la evidente inoperancia e incapacidad de su dirigente, Tey Mollinedo.
Parece que los “adancistas” están tan confiados que basta con tener a su líder moral como secretario de Gobernación y la gubernatura con Carlos Manuel Merino Campos, y la mayoría en el Congreso del Estado, como para necesitar a las bases de Morena que se están volcando por miles a favor de los fundadores que enarbolan la figura de Andrés Manuel López Obrador como estandarte en su avance territorial por todo el estado.
Por lo visto en las últimas semanas, mientras los fundadores apuestan al control de las bases para disputar las candidaturas, los “adancistas” parecen apostarles a las cúpulas en una estrategia similar a la que durante mucho tiempo le funcionó a los viejos liderazgos del PRI, antes de migrar a Morena.
Así que lejos de generarse condiciones de acercamiento que faciliten una eventual negociación, se ensanchan las diferencias entre unos fundadores que desde las bases están apuntando a recuperar el partido y a ganar las candidaturas, y los “adancistas” que se comportan como si tuvieran de verdad todo ganado.