Perspectiva del aprendizaje a lo largo de la vida punto
Implicaciones para la formación del profesorado universitario
Prospectiva
En octubre de 1995, el Parlamento Europeo y el Consejo de Ministros declararon 1996 como el año europeo de la Educación y de la Formación Permanente. El objetivo era fomentar el aprendizaje durante toda la vida a través de acciones de sensibilización a la población en general y estimulando el debate sobre la forma en que los sistemas de formación deben responder al reto de las nuevas necesidades de aprendizaje que plantea la sociedad basada en el conocimiento.
Unos años más tarde, en el Consejo Europeo de Barcelona (marzo de 2002), se afirmaba que “la formación a lo largo de la vida garantiza la sociedad del conocimiento”.
Son estos sólo dos ejemplos de la intención que,desde hace algunos años, la Unión Europea ha hecho explícitos a través de comunicaciones, informes y otros documentos (de especial interés el Memorándum sobre el Aprendizaje Permanente del año 2000, y la resolución del Consejo del 27 de junio de 2002 sobre el Aprendizaje Permanente), en la que se hace hincapié en la necesidad de “un aprendizaje permanente de todos los ciudadanos europeos”. Se puntualiza que si ello es necesario para todas y todos, lo es aún más para “el profesorado universitario, por su misión en el desarrollo científico y técnico de la sociedad”.
Hacia un espacio europeo del Aprendizaje Permanente
Una de las contribuciones de la Comisión de las Comunidades Europeas al Consejo Europeo de Barcelona, en el que se priorizó el tema del empleo, fue la comunicación: “Hacer realidad un espacio europeo del aprendizaje permanente”, que es, como se estableció en anteriores consejos, “la formación permanente como un objetivo prioritario para lograr más empleo y de mayor calidad”. En esta cuestión, el papel de la Educación Superior es fundamental ya que, como se proclamó en la Declaración Mundial sobre la Educación Superior en el siglo XXI:
“En su calidad de fuente permanente de formación, perfeccionamiento y reciclaje profesional, las instituciones de educación superior deberían tomar en consideración sistemáticamente las tendencias que se dan en el mundo laboral y en los sectores científicos, tecnológicos y económicos. (…) En el marco de su función prospectiva, las instituciones de educación superior podrán contribuir a fomentar la creación de empleos”.
Sin embargo, es necesario entender que “el aprendizaje permanente” no debe ser asociado exclusivamente al ámbito laboral. El concepto se ha ampliado también a otras áreas, incluyendo cuatro objetivos amplios y complementarios entre sí: realización personal, ciudadanía activa, integración social y empleabilidad y adaptabilidad. En concreto, la definición que se adopta en el Memorándum sobre el aprendizaje permanente es la siguiente:
“Toda actividad de aprendizaje realizada a lo largo de la vida con el objetivo de mejorar los conocimientos como las competencias y las aptitudes con una perspectiva personal, cívica, social o relacionada con el empleo”.
El importante avance desarrollado en torno a la concepción del aprendizaje permanente, además de la definición de objetivos concretos principios y estrategias, responde a la decisión e impulso que desde el Consejo Europeo de Feira (19 y 20 junio de 2000), y aún antes (el 23 de octubre de 1995, en el Parlamento Europeo y el Consejo, declararon 1996 como el “Año Europeo de la Educación y de la Formación Permanente”), se ha dado al aprendizaje permanente impulsos motivados, entre otros, por las consecuencias de la globalización, el cambio demográfico, la tecnología digital y el deterioro del medio ambiente. La dimensión que están adquiriendo los cambios económicos y sociales plantea a la Unión Europea múltiples y diversos retos que requieren el desarrollo de medidas urgentes desde el ámbito educativo.
Esta concepción del aprendizaje permanente abarca todas las experiencias de aprendizaje, ya sea formal o informal, que se tiene a lo largo de la vida del individuo. Se apoya en tres principios fundamentales que alude al papel central del alumno, la igualdad de oportunidades (aquí se subraya la importancia de la accesibilidad), y la alta calidad y pertinencia, pues sólo así se alcanza la plena rentabilidad de las inversiones de tiempo y dinero en el aprendizaje.
El aprendizaje permanente tiene una duración temporal, desde la etapa preescolar hasta después de la jubilación. las actividades de aprendizaje permanente pueden ser formales, no formales e informales. Sus objetivos son: 1. Realización personal; 2. Ciudadanía activa; 3. Integración social y, 4. Empleabilidad y adaptabilidad.
La educación permanente se sujeta a tres principios fundamentales: 1. Papel central del alumno; 2. Importancia de la igualdad de oportunidades; y, 3. Calidad y relevancia de las oportunidades de aprendizaje.
El aprendizaje permanente se basa en seis estrategias-componentes: 1. Enfoque de cooperación; 2. Percepción de la demanda de aprendizaje; 3. Asignación adecuada de recursos; 4. Facilitación del acceso; 5. Creación de una cultura del aprendizaje; y, 6. Propiciar la excelencia.
Dos son los objetivos principales de la Educación Permanente:
1er Objetivo: Capacitar a los ciudadanos para que puedan hacer frente a los retos de la sociedad del conocimiento, moviéndose libremente entre entornos del aprendizaje, empleos, regiones con el fin de aprender a aprender.
2º Objetivo: Cumplir las metas y ambiciones de prosperidad, integración, tolerancia y democratización nacionales.
Prioridades de actuación:
1. Valoración del aprendizaje. En este modelo de currículum se incluye tanto los conocimientos y capacidades adquiridas a través del aprendizaje formal, como los obtenidos mediante la educación no formal e informal. así como además de los datos personales coma y los referidos a experiencia laboral, y educación y formación, hay un amplio epígrafe dedicado a las capacidades y competencias personales, el cual se desglosa en los siguientes apartados: lengua materna, otros idiomas, capacidades y competencias sociales, capacidades y competencias organizativas, capacidades y competencias técnicas, capacidades y competencias artísticas, otras capacidades y competencias.
2. Información, orientación y asesoramiento. Los sistemas de información orientación y asesoramiento contribuyen a facilitar el acceso al aprendizaje y, consecuentemente, fomentan la igualdad de oportunidades.
3. Invertir tiempo y dinero en el aprendizaje.
4. Acercar las oportunidades de aprendizaje a los alumnos.
5. Competencias básicas.
Pedagogía innovadora
Educación para todos: Educación para la vida y el trabajo
El modelo para la Educación para la Vida y el Trabajo parte de las premisas establecidas en el Foro Mundial de Educación, realizado en el año 2000 en Dakar, capital de Senegal, en el cual participaron diversas naciones, entre ellas México, y llegaron a los siguientes compromisos:
✓ Continuar con la reducción masiva del analfabetismo y promover el aprendizaje tecnológico y las capacidades para desenvolverse en la vida diaria.
✓ Facilitar el acceso a la educación básica en zonas remotas e inaccesibles.
✓ Expandir los servicios de educación y desarrollo de la primera infancia.
✓ Mejorar la calidad y el rendimiento del aprendizaje en la educación.
✓ Ocuparse de las desigualdades existentes en la educación, en particular, con relación a la educación de las niñas y las mujeres.
La educación, está claro, no es el único camino para lograr cambios en la sociedad, pero sí puede ser el principal motor para lograr los cambios que esta exige. La formación del tipo de hombre y mujer que se busca en la actualidad es una de sus principales responsabilidades, de ahí que resulte una tarea prioritaria que nos enfoquemos en el reto, derivado del envejecimiento poblacional, de construir un modelo educativo que vincule la vida del trabajo con la vida escolar, para que «la primera interiorice principios científicos a la actividad laboral, haciendo de ella un acto cotidiano» (Barral, 2012: 73).
La Organización Internacional del Trabajo (oit) considera que para que la formación para la vida y el trabajo, ubicada como el eje central de la educación permanente y a lo largo de la vida, tenga los resultados deseados es imprescindible promover reformas a los sistemas educativos y de capacitación profesional, con la finalidad de alentar la transición escuela-empleo, esto es, integrar la educación con el aprendizaje en el lugar de trabajo.
El nuevo modelo educativo que impulsa la sep, derivado de la reforma educativa de 2013, que trajo consigo la modificación de los planes y programas de estudio para el nivel medio superior, puso énfasis en la llamada «educación dual», orientada a los educandos de los niveles medio superior y superior. La onu en su «Objetivos del Desarrollo del Milenio» (2000), ha insistido en la necesidad de que los países emergentes exploren la conveniencia de impulsar la creación de empresas-escuela que permitan a los jóvenes incorporarse al ambiente laboral mientras aprenden un oficio o profesión.
En lo que respecta a los adultos mayores, el modelo de educación a lo largo de la vida y para el trabajo tiene como objetivo central dotarlos de herramientas capaces de mantener sus espacios laborales y, en muchos casos, reinsertarse en el sector laboral a partir del aprendizaje y de la actualización de competencias laborales, con el necesario refuerzo de las competencias genéricas.
En 2012 la Unión Europea, en razón del marcado proceso de envejecimiento de la población en algunos de sus países miembros, diseñó estrategias orientadas a atender el tema de la educación para la vida y el trabajo destinadas a:
✓ Reforzar la contribución del aprendizaje permanente a la cohesión social, la ciudadanía activa, el diálogo intercultural, la igualdad de género y la realización personal.
✓ Fomentar la creatividad, la competitividad, la empleabilidad y el aumento del espíritu empresarial.
✓ Contribuir a una mayor participación en el aprendizaje permanente de personas de todas las edades, incluso aquellas con necesidades especiales o procedentes de grupos desfavorecidos, independientemente de su origen socioeconómico.
✓ Impulsar y reforzar el papel del aprendizaje permanente en la identidad nacional; basado en el conocimiento y respeto de los derechos humanos y la democracia, así como la tolerancia y el respeto de los pueblos y las culturas.
Todas estas propuestas son aplicables a nuestros contextos nacional y estatal. La educación permanente y a lo largo de la vida significa una valiosa oportunidad para fomentar la cohesión nacional y social en un contexto de desigualdad derivado del modelo de desarrollo desigual y combinado que ha imperado en los contextos educativos nacional y estatal. Tema que abordaremos más adelante.
Además, la educación para la vida y el trabajo representa una oportunidad para que las instituciones de educación superior, con financiamiento público o privado, accedan a un nicho de mercado muy interesante. Para ello, es imprescindible diseñar estrategias educativas que hagan posible la construcción de una oferta pertinente, flexible, dinámica y, por supuesto, de calidad.
Esta oferta debe llegar acompañada de un tipo de educación que aliente la certificación permanente de todas las profesiones y oficios (competencias laborales), con el objetivo de garantizar la pertinencia, la relevancia y la actualidad de los conocimientos y habilidades que se transmiten, sin dejar de lado el impulso de estrategias que coadyuven a ampliar las opciones de inserción y permanencia de los adultos mayores en el mercado laboral.
A partir del año 2010 se amplía la visión de la propia unesco acerca de la educación para la vida y el trabajo al considerarla como «un factor indispensable para el logro de la equidad y la inclusión, para mitigar la pobreza y para construir sociedades equitativas, tolerantes, sostenibles y basadas en el conocimiento» (unesco, 2010).
Derivado de lo anterior podemos afirmar que, si bien es cierto que el concepto «educación permanente» tuvo su génesis en el contexto de la educación orientada a los adultos mayores con la intención de dejar muy claramente establecido que debe ser a lo largo de toda la vida de una persona, esta denominación ha ampliado sus horizontes, de tal manera que ha sido la propia unesco la que ha precisado que al ser humano se le debe educar permanentemente y a lo largo de toda su vida; esto es, la educación permanente ha dejado de ser un elemento asociado a los adultos mayores para convertirse en una propuesta de alcance universal.
Asimismo, encontramos que este organismo aporta su definición hacia la educación permanente como un proceso educativo que no se limita a un rango temporal y a un lugar en específico, lo que es, sin duda, un auténtico cambio de paradigma para el sistema educativo.
Al ser visto desde esta nueva premisa, en el término educación permanente caben también la educación preescolar, básica, media superior, la educación superior, la educación para el trabajo y, por supuesto, la educación de los adultos que ahora debe tener una visión más amplia, transversal e integral bajo la estrategia que se ha denominado «educación a lo largo de toda la vida» (unesco, 2010).
También se pudo detectar el énfasis que pone la unesco en la necesidad de entender que la universalidad de la educación (educación para todos), no se debe enfocar exclusivamente en aspectos de tipo geográfico, debe comprender a los adultos mayores en general ubicados tanto en las zonas urbanas como en las rurales, especialmente en las regiones marginadas donde la precariedad económica, educativa y social es la nota común, que evidencia la desigualdad con claros signos de injusticia social.