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“Lloras, mas nadie escucha”

“Lloras, mas nadie escucha”

El Juglar presenta “Festival de Terror” (2)

 

— En este festival de tinta/sangre no podía faltar un clásico de todos los tiempos: “La Leyenda de la Llorona” que nos trae a este espacio una escritora de la marca Malix Editores.

 

Por Erika Mitzunaga

Duerme a tu lado, escuchas su aliento y por un instante piensas que eres feliz. Dejas atrás los rumores del mercado. Si los creyeras, el dolor sería insoportable. Un rechinar de ruedas te arranca del sopor. Don Nuño se ha marchado. A un lejos los gallos entonan su canto. Amanece.

 

Te cubres apenas con un rebozo. Tomas el farol de tu recámara y sales. La calle está desierta. Andas por horas en vano, lo sabes. Sabes a dónde ha ido, lo sabes desde hace tiempo. Necia, pensaste que con ser joven y hermosa bastaría, mas este peninsular codicioso te usó. Y ahora corteja a una española.

 

¿Cómo arrancar de tu tez el color? ¿Cómo deslavarte la piel y aclarar tu negro cabello? ¿Cómo hacer que tus hijos mestizos no lo sean? Lloras. Regresas a casa. Pasan los días y él no ha vuelto desde aquella noche. Tus hijos tienen hambre. Falta de todo en casa.

 

Acudes a tu padre. Te niega. Acudes a iglesia. ¿Cómo estás? Espeta el cura. Engendraste bastardos. Desesperas. Por las noches caminas al río buscando consuelo.

 

Han pasado semanas y Don Nuño de Montesclaros no pisa tu casa. El mismo clérigo que negó el bautizo de tus hijos te lo ha confirmado. Don Nuño ha tomado esposa. Ya no es tuyo. Nunca lo fue. Tus hijos te pesan. Te duelen. Y desapareces tu vergüenza en el río. Con las piedras más ásperas te restriegas la piel.

 

No sabes si deseas arrancar el color que aborreces o las huellas de sus manos en tus muslos, en tus pechos, en tu sexo. Te odias porque aún anhelas sus caricias. El olor penetrante de su carne sobre la tuya, su voz cuando te llamaba María y esos ojos de cielo que creíste tuyos.

 

El maldito clérigo de nuevo. Te acusa. Dice que has ahogado a tus hijos. Que eres una bruja. Que han de quemarte. Desgraciado piensas. Fue él quien los condenó al llamarlos Bastardo. Fue él quien los hundió en las aguas al negarles el bautizo. ¿Y osa señalarte a ti? Tú solo quisiste librarnos de la ofensa, del escarnio, de la gente que cruza la acera para no toparse con ellos.

 

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Es usted quien debería arder en las llamas, gritas. Nadie escucha. Gritas, gritas y nadie escucha. Y lloras. Regresas al río a buscarlos. No los encuentras.

 

¡Ay, mis hijos!

 

Lloras por ellos sabiendo que los salvaste del horror.

Reseña

Erika Mitzunaga desde hace tres años forma parte del Taller de Escritura Creativa de Malix Editores. Sus relatos, inspirados en la vida de los habitantes de Cancún, y de su familia, son un intento de ordenar y dar sentido a los recuerdos que han marcado su vida. Publicó “La Evolución de la Comunicación y las Relaciones Públicas en Cancún”. Tiene obra publicada en la antología Los placeres prohibidos (Malix Editores, 2023) y Ladro, luego escribo V, (Malix Editores, 2024).

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