El poder del partidismo


Aunque la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su Artículo 35, establece que los ciudadanos tienen libertad para votar y ser votados en elecciones populares, lamentablemente lo tiene que hacer por medio de un partido político, pues la figura independiente no prosperó.
Analicemos: El derecho a votar o sufragio activo implica que cada ciudadano(a) puede participar en elegir a sus representantes al emitir su voto. Este derecho va más allá de la elección de representantes y también se ejerce a través de otros mecanismos participativos de la democracia, tales como las consultas populares, los plebiscitos o referendos; que, dicho sea de paso, las consultas populares solo son utilizadas para justificar las decisiones unilaterales de un partido a través de su militante en el poder (aunque digan que gobiernan para todos).
El derecho a ser votado o sufragio pasivo es la posibilidad de ser elegible para algún cargo público. Esto significa poder postularse para un cargo de elección popular y recibir el voto de la ciudadanía y, de resultar el o la ganadora, ejercer el cargo. Pero el ciudadano no puede presentarse a elecciones si no lo postula un partido o coalición. Aunque está el mecanismo de la figura independiente, las condiciones no son parejas, no tiene las mismas garantías en cuanto a la equidad de los recursos, sean económicos, humanos o materiales; en otras palabras, para un independiente no hay imparcialidad y equidad en la contienda electoral.
Por eso, desde casi un siglo, el sistema partidista es muy poderosa en nuestro país, nuestro estado y en nuestros municipios. Adquieren más poder cuando hacen las llamadas alianzas o coaliciones, porque dejan en la imposibilidad a cualquier ciudadano a participar en la contienda electoral.
Los ejemplos están a la vista de todos. Desde los 30 del siglo pasado y hasta los 2000 de este siglo, fuimos gobernados bajo la ideología partidista del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que me recuerda cuando el emperador Constantino instituyó la religión cristiana en todo su Imperio; así el PRI después de la Revolución Mexicana. Luego, durante 12 años el país estuvo en una especie de alianza perversa entre el Partido Acción Nacional (PAN) y el PRI, que se convirtió en el partido “bisagra”. En la época actual, fundadores del PRI y de otros partidos, decidieron crear el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), que está en su segundo periodo de gobierno Federal, en su primer periodo en el Estado y en algunos municipios en su segundo periodo de gobierno.
Es así como los partidos políticos se convierten en un vínculo disociable con el poder, por eso es que podemos observar a funcionarios públicos de todos los niveles, a diputados locales y federales, a senadores, a integrantes del Poder Judicial, que portan con orgullo el color de su partido políticos, las iniciales del mismo; lo que pareciera ser “una contraseña” para decir: somos de la misma banda. Ahí se las dejo…
SASCAB
Por cierto, el Pleno de la Cámara de Diputados, presentó un proyecto de decreto por el que se declara el 22 de febrero de cada año como “Día Nacional de la y el Periodista Deportivo”.
En el documento se exponen que el periodismo deportivo es una disciplina especializada cuya principal función es informar sobre temas relacionados con el deporte, atletas y eventos de interés regional, nacional e internacional. Su evolución ha sido notable en las últimas décadas, en gran parte debido al acceso generalizado a internet y al crecimiento de las redes sociales.
Por ello, es necesario reconocer el trabajo que millares de especialistas han realizado por generaciones y la responsabilidad social que esto conlleva, motivo por el cual se considera procedente la iniciativa por la que se declara el 22 de febrero de cada año, como “Día Nacional de la y el Periodista Deportivo”, señala la Comisión dictaminadora. Al tiempo…